sábado, 2 de diciembre de 2017

Ayacucho, la independencia e inspiración de todo un continente III

Ayacucho, Perú


Bosque de Puyas de Raimondi, Vischongo/Cataratas de Cangallo, Cangallo


(04/04/2017) Esta entrada es la continuación de esta. La alarma comenzó a sonar y los primeros rayos solares del día entraban a través de la ventana, sin embargo estábamos sumamente agotados y decidimos seguir durmiendo hasta las 9 am. Al despertar corrimos a buscar algo para el desayuno en alguna tienda, puesto que evidentemente, ya no había desayuno, era muy tarde y Vischongo había iniciado el día hacía varias horas, así que tras el desayuno improvisado volvimos a la municipalidad y buscamos al mismo señor que nos atendió el día anterior para llegar a Intihuatana; lo encontramos, nos indicó un camino que subía hacia la parte alta del pueblo y nos embarcó con otro señor que vivía también en la parte alta del pueblo.

El señor nos acompañó hasta determinado punto y en adelante solo nos dijo que siguiéramos de frente, pero no fue tan facil, tuvimos que preguntar en al menos 3 casas mas por el camino al bosque de Puyas de Raimondi o Titankayocc como lo conocen ahí.

Camino a la ACR Titancayocc

Finalmente encontramos el camino y pudimos seguir adelante por nuestra cuenta, ya no habían casas ni personas, el camino hacia la ACR esta bastante bien conservado y hay piedras pintadas de color rojo que indican que estas en buen camino durante las 3 o 4 horas que puede durar el trekking.

El camino es relativamente exigente, primero se debe ir cuesta arriba por el Apu que se encuentra a espaldas del pueblo de Vischongo, al llegar hasta la parte mas alta, se debe caminar un poco y luego  descender hasta el río, cruzar un puente y subir nuevamente otro Apu mas grande, pues es en la parte mas alta de este último que se encuentra el Bosque de Puyas.

A las 11.00 am nos encontrábamos en la parte mas alta del primer cerro, el camino hasta ese punto no había sido muy exigente físicamente, solamente un poco pesado debido a la humedad de la tierra y lo tupido de plantas que por largos tramos se mostraba, esto a su vez, atraía mosquitos que no paraban de seguirnos sino hasta después de varios metros, por ello es necesario llevar repelente al menos en esta época del año y no dejar de caminar durante estas situaciones. Un par de recomendaciones que no quiero dejar pasar es que deben llevar NECESARIAMENTE al menos una botella de agua por persona y que deben tratar de conseguir bastones para poder caminar, son un muy buen apoyo para tantear terrenos antes de dar el siguiente paso, estos bastones se pueden comprar (aluminio) o buscar entre la maleza de las rutas de trekking (madera).

Al llegar a la parte mas alta del primer cerro, el camino continúa hacia la derecha, luego baja al río para finalmente subir hasta el cerro mas alto que se puede identificar en la foto, esos puntitos sobre él, son las Puyas de Raimondi, esa es la ACR Titancayocc
Continuamos el camino hasta llegar al río y el cansancio se comenzaba a asomar, esto se sintió aún mas cuando comenzamos a subir el segundo Apu, puesto que la subida era mucho mas pronunciada que la primera y además, el sendero era mucho mas angosto; sin embargo las piedras pintadas de color rojo nos indicaban que estábamos en buen camino y las primeras Puyas de Raimondi empezaban a aparecer regadas cerca al camino motivándonos a continuar adelante.

En este segundo cerro, el camino presenta zonas de descanso y miradores para los visitantes, puesto que esta parte es mas exigente y agotadora, contamos unas 5 zonas de descanso y un par de servicios higiénicos en todo este tramo.

Todo iba bien, dentro de lo que en ese momento considerábamos como bienestar, que básicamente era que podíamos seguir adelante a un nivel constante, el camino estaba señalizado, no había contratiempos, el agotamiento era estable, teníamos un par de botellas de agua para rehidratarnos y habíamos conseguido bastones; ¡todo genial!. Sin embargo, metros mas arriba, observamos, a dos grandes toros recostados bajo la sombra que proyectaba un mirador. ¡Dos toros en medio del camino!.

Supongo que algún ganadero los dejó ahí para que pasteen y se alimenten de las plantas de la zona, pero para nosotros representaba una situación de incertidumbre. pues aunque sé que estos animales son tranquilos y mansos (lo notamos cuando seguimos avanzando y ellos notaron nuestra presencia y no se inmutaron); no sé si es que serán territoriales o si estarán acostumbrados a ver viajeros pasando a centímetros por delante suyo; así que preferimos ladear esa zona y abrirnos camino entre los arbustos laterales, hasta dejar metros mas atrás a los toros.

Uno de los toros decidió levantarse y estirar las patas :v

Habiendo atravesado el mirador de los toros, nos volvimos a meter al camino, aún señalizado con las piedras rojas, las Puyas eran cada vez mas grandes y se encontraban en medio del camino, revisé la altura a la que estábamos en el celular y marcaba 3800, metros mas arriba, y ya en medio de enormes puyas 3900, luego 4000 msnm, finalmente, luego de 3 horas de caminata entre los matorrales, vacunos y muchísimos eucaliptos habíamos llegado a la ACR Titankayocc a la 1.00 pm.

ACR Titankayocc
El Area de Conservación Reginal Titankayocc (ACR Titankayocc) nace el 2010 mediante un decreto supremo del Ministerio del ambiente luego de una intensa lucha por parte de los pobladores de la zona por conseguir ese reconocimiento para el lugar debido a su importancia como zona de conservación de la Puya de Raimondi, la que es una de las pocas especies de plantas que crecen sobre alturas superiores a los 3500 msnm en los andes de Perú y Bolivia. En el Perú existe en varios departamentos, entre ellos Ayacucho y Áncash; sin embargo, la reserva de Puyas de Raimondi mas grande se encuentra aquí, en la ACR Titankayocc, que alberga mas de 200'000 ejemplares. Esta planta esta considerada como una especie bastante especial debido al tamaño máximo que puede llegar a alcanzar (14 metros de altura), resaltando de manera singular entre las montañas de la serranía y también a que que solo florece una vez en toda su vida, y cuando lo hace, que es aproximadamente a los 100 años, muere; dejando hasta 6 millones de semillas. Simplemente espectacular, y lo es mas estando en medio de estas enormes plantas, para esto las piedras rojas estaban regadas por todo el camino y daba la impresión de que ya no había señalización, ya no habían muchas especies de plantas alrededor, la altura no permitía su crecimiento, en el horizonte, al este, se podía ver las cumbres de otras montañas mas pequeñas coloridas de ese amarillo ichu a pesar de las lluvias, se podía tocar el cielo, al oeste la montaña crecía aún mas, recordé lo que dijo el señor el día anterior, que mas al fondo habían lagunas, quise volar, subir hasta lo mas alto pero el objetivo estaba logrado y la hora y el cansancio no nos permitían mas, ahora debíamos regresar, almorzar y partir a Cangallo.

En el descenso demoramos 1.30 horas, de igual manera, tratamos de evitar a los toros y en durante ese tiempo el uso de los bastones fue vital para apoyarnos, estábamos bastante agotados, pero aún podíamos seguir adelante. A las 3.00 pm llegamos a Vischongo, fuimos a probar suerte y ver si es que en algún lado aún había almuerzo y si, la señora de la cena del día anterior estaba atendiendo y pudimos almorzar y conversar con ella sobre la forma en la que podíamos llegar a Cangallo.
-Por aquí afuera pasan unos colectivos que van a Huamanga, tomen esos y se bajan en Condorccocha, ahi toman otro colectivo mas que vaya a Cangallo. Desde Condorcoccha el camino se divide, uno viene para acá, a Vischongo y otro va a Cangallo.
-¿Esos colectivos también vienen de Huamanga?
-Si, todo viene de allá

Así que eso hicimos, a las 4.30 salimos del restaurante, nos despedimos de la señora y sus hijos con quienes habíamos estado conversando y jugando y leyendo algunos libros escolares, momentos muy gratos, viajar no es solo aislarse en medio de la naturaleza, sino compartir con estas personas que también integran la sinergia en general de toda la zona.

La combi tuvo que esperarnos por unos minutos, pues aún no terminabamos de almorzar, pero el chofer ya estaba enterado que dos personas viajaríamos, así que no lo dudó y nos esperó en la puerta e hizo esperar a todos los pasajeros XD, por supuesto que nosotros nos apresuramos en terminar para partir rápido. Estábamos muy cansados y el viaje nos fue mas agotador, durante esa hora de camino hasta Condorccocha, luché por no dormirme y a las 5.30 aproximadamente llegamos, bajamos y esperamos un poco hasta que apareciera algún vehículo que nos llevara a Cangallo. Ninguna combi, sabíamos que era un poco tarde pero la consigna era que como sea debíamos llegar a Cangallo esa noche. Al rato se apareció un colectivo quizás uno de los últimos y sin dudarlo, nos subimos.

El camino estaba bastante húmedo, y por partes inundado, así que tuve que bajar un par de veces a apoyar al chofer empujando el carro o emparejando el camino con piedras para poder avanzar, el resto del camino fue bastante cómodo, una vía de doble sentido, asfaltada y muy bien señalizada hasta llegar a Cangallo:
-Ya estamos llegando, esta es Cangallo
-Genial, y son las 7.00 pm, solo hemos demorado una hora y media
-Si, menos mal, porque tampoco es muy conveniente transitar por esa pista a partir de las 8.00 pm; hay asaltantes de carreteras. Hace algunos días nada más, asaltaron un carro por acá, los pasajeros tuvieron que regresar caminando en la noche
Eso me alivió, evidentemente, pero también me hizo adoptar una postura de prevención.

Cangallo (2577 msnm) es la capital de la provincia de Cangallo y junto con Pampa Cangallo es una de las ciudades mas grandes de toda la provincia, se encuentra ubicado entre enormes Apus y el río Pampas de Cangallo; es una ciudad histórica, es la tierra de los Morochucos, próceres de la independencia que también lucharon por su emancipación de la opresión española. Sin embargo el motivo principal de nuestra estancia en Cangallo era visitar tres cataratas: Pumapaqcha, Batán y Qorimaqma. Por supuesto que Cangallo posee muchos atractivos turísticos mas: Tienen una fuente de aguas termales llamada Huahuapuquio, hay una catarata más, en las alturas de los andes que circundan Cangallo y otra, llamada Wayuna, entre otros. Sin embargo, debido a nuestra corta estancia en el distrito habíamos elegido visitar solamente las cataratas.

Preguntamos por el Hotel Municipal, el que se encuentra frente a la plaza mayor de Cangallo, el costo promedio es S/15.00 por persona, aquí preguntamos por las tres cataratas: Batán, Qorimaqma y Pumapaqcha; la señora nos atendió muy amablemente y nos dió algunos tips para poder llegar hasta esos destinos: Debíamos tomar una combi hasta la entrada a la catarata Batán, bajar de la combi y empezar el descenso al valle, puesto que la carretera esta en la parte superior, luego continuar por el sendero durante 10 minutos hasta llegar finalmente a la catarata Batán, la catarata Qorimaqma se encontraba en el mismo valle, pero en dirección contraria, para llegar hasta ahí debíamos caminar un poco mas, atravesar un tunel y seguir el sendero; la catarata Pumapaqcha estaba mas cercana a la ciudad de Pampa Cangallo, así qu debíamos ir allá para poder llegar. Parecía simple, nada fuera de lo normal, así que no preguntamos mas y le agradecimos por su apoyo. Dejamos nuestras cosas y salimos del hotel a caminar un rato por la plaza y poder comer algo antes de ir a dormir.

Al día siguiente (05/04/2017) empezamos el día temprano y a las 6.30 am estábamos en el terminal de buses que van hacia Huamanga para llegar a la Catarata Batán y Qorimaqma; a Pumapaqcha iríamos luego, antes de regresar a Huamanga ese mismo día, pues al día siguiente salía el avión de regreso a Lima. Tuvimos que esperar bastante tiempo hasta que al fin una combi llegó, a las 8.30 am recién tomamos la combi, aprovechamos la espera para tomar desayuno y observar la belleza de la zona.

El trayecto a la Catarata Batán y Qorimaqma dura 30 minutos en combi, al momento de bajar solo le dijimos al señor que nos deje en la entrada a la catarata Batán, y eso hizo, bajamos y bueno, empezamos la ruta de trekking. Lo primero que notamos es que no había ninguna señalización y el sendero no se notaba mucho, así que por tramos tuvimos que abrirnos paso entre los matorrales, finalmente llegamos a la catarata batán.

Catarata Batán

Decidimos continuar el camino, dimos media vuelta y seguimos por un tenue sendero invadido por la vegetación regular de la zona pegado al cerro y notamos que de a pocos a medida que avanzábamos, el valle se iba haciendo mas profundo, pensamos que lo lógico sería seguir el curso del río hasta llegar a la otra catarata, sin embargo había un problema, la geografía era demasiado accidentada, húmeda y verde como para improvisar un camino, además dudamos mucho de que por ahí hubiera algún túnel, así que seguimos ladeando la montaña, desde algún momento el camino desapareció y ya era imposible distinguirlo de la vegetación, lo mas cercano que teníamos era seguir el curso de una canaleta que corría al lado del camino y supusimos que venía de algún pueblo cercano y que esto nos llevaría a cierto punto, donde se bifurcaría nuevamente un camino mas hacia la caratara Qorimaqma, así que continuamos por ahí hasta que encontramos el túnel, sin embargo era un túnel muy particular, tendría apenas 1.50 mtrs de altura, puesto que probablemente fue hecho solo para que la canaleta pudiera seguir su curso . Nos cuestionamos si es que estábamos en buen camino o no y dudamos antes de cruzar, todo estaba bastante oscuro y no se veía luz alguna al final del túnel, pero ya habíamos llegado hasta ahí y aunque dudándolo, empezamos a cruzar; es necesario aclarar que a las personas claustrofobicas no se los recomiendo en lo absoluto. Terminamos de pasar el túnel, levantamos la mirada y bueno, esperábamos que el camino se bifurcara, pero por el contrario, el valle estaba mas al fondo aún y frente nuestro había otro túnel, al menos este era mas corto, de apenas unos 5 metros y de altura un poco mas baja que el primero, lo cruzamos y metros mas adelante nuevamente, un túnel mas, que también cruzamos, la situación comenzó a intrigarnos, la señora habló de un solo túnel y de un camino, pero en ese momento estábamos siguiendo una canaleta al borde del valle y habíamos cruzado tres túneles.

Caminamos aproximadamente por 30 minutos, atravesamos riscos, derrumbes de piedras, frondosos matorrales, pero no encontramos ningún desvío, a lo lejos escuchamos el sonido de una cascada que venía desde adentro del valle, pero nunca encontramos una bajada, eran casi las 10 am y tristes, decidimos regresar hasta la carretera. Esta vez la tristeza pesaba mucho mas que el miedo por esas pequeñas y húmedas cuevas que tuvimos que atravesar de nuevo para llegar a la carretera.

Llegados a la carretera decidimos sentarnos a esperar algún vehículo que nos regresara a Cangallo; No había nadie, ningún ser humano mas que nosotros, no pasaban autos, a lo lejos, al otro lado del valle, podía divisar casitas y corrales que seguro pertenecían a algún ganadero, después de 10 minutos, apareció una camioneta y decidimos tirar dedo para regresar, fue simplemente genial; subimos en la tolva y a pesar del sinuoso camino nos levantábamos a de a ratos para sentir el viento correr por nuestros rostros, eso sí, bien sostenidos del vehículo para no salir volando.

¡¡Sostén el celular que puede salir volandoo!!
Al llegar a Cangallo decidimos darle algo al señor por el transporte (S/5.00), a pesar que no nos pidió nada y por el contrario, no nos quería recibir, fue bastante amable y arriesgado por dejarnos subir a la tolva, pero fue muy muy genial.

Eran las 11am aproximadamente, decidimos pasear por Cangallo, visitamos la plaza, el mercado (en donde me tomé una leche de tigre), los alrededores, el río, la municipalidad (donde preguntamos por mas puntos turísticos de Cangallo), la UGEL, etc. Después regresamos al hotel donde estábamos hospedados, la señora de recepción estaba ahí junto a su esposo y nos preguntó cómo nos había ido en la travesía:
-¿Visitaron las Cataratas?
-Sólo pudimos llegar a Batán, no encontramos el camino a Qorimaqma
El esposo se sorprendió e intervino:
-Pero hay un camino después de las cuevas
-Si vimos algo que parecía un camino, pero estaba lleno de plantas y matorrales, dudamos bastante, al parecer el camino está cubierto
-Creo que es hora de que hagamos labor comunal para limpiar el camino
-Si, porque de verdad que queríamos llegar hasta ahí
-Es que por lo general los turistas van hasta allá con guías, y ellos conocen los caminos

Plaza de Cangallo

Recogimos nuestras cosas, nos despedimos de la señora y el señor y salimos a almorzar al restaurante del hotel, era la 1pm y nos dimos cuenta que era hora de regresar a la ciudad de Ayacucho, para cenar, visitar el centro y prepararnos, por que al día siguiente salía el vuelo de retorno a Lima.

Fuimos al paradero a esperar algún vehículo que salga a Ayacucho, habían varios que salían en orden y por horas, subimos al colectivo de turno y estuvimos esperando mas de 1 hora a que se llene, el carro recorrió toda la ciudad al menos 7 veces buscando pasajeros, nosotros decidimos esperar porque nos iba a cobrar S/15.00, S/5.00 menos que el pasaje regular en colectivo, conversamos varias cosas para matar el rato y ganar confianza entre todos:
-...No cualquiera puede trabajar haciendo colectivo acá, en Cangallo, a los colectiveros lugareños y a los comerciantes no les gusta, tienes que caerles bastante bien para poder trabajar acá
-¿Y usted es de acá?
-No, yo soy de la selva, de Ucayali, pero he trabajado de camionero en el Callao y en Lima, pero el destino me trajo a trabajar acá, aquí me siento bien, la conexión con la naturaleza es lo mejor
-Además las pistas están en buen estado, el único problema es la delincuencia, nos comentaron que por acá hay asaltantes de caminos
-Si, mayormente son los narcos, esta ruta es ruta del narcotráfico, por acá pasa toda la droga y sale a Ica; a veces se ven unos carrasos bien caros por acá, son los narcos que tienen estas rutas
Quedé atónito y mas sorprendido que el primer día.

A las 2.30 pm aproximadamente, al fin el carro se llenó y comenzó su trayecto hacia Ayacucho, el viaje fue largo y bastante agotador, ya no bajamos en Pumapaqcha ni en ningún otro punto, fuimos de frente, el camino que el día en el que llegamos a Vischongo se mostraba ante nuestros ojos al fin de día a y lo lejos veíamos que la ciudad de Ayacucho se dibujaba entre los andes.

Llegados a Ayacucho, nos instalamos en el hospedaje del primer día, cenamos y salimos a visitar la plaza de noche, era la última noche en Ayacucho, además, los preparativos para la semana santa estaban a full y ahora había muchísima gente en las calles, muchos promotores de turismo brindando ofertas que salían mucho mas caras de lo que habíamos gastado en cada punto al que visitamos, la lluvia caía de a ratos y era bastante fuerte, la gente que estaba costumbrada se mantenía tranquila, los fuereños corrían por las calles o andaban con sus paraguas.

Al día siguiente (06/04/2017), fuimos a desayunar al Mercado Artesanal, bastante cercano a la plaza de armas, ahí compramos, además del desayuno, queso y otros productos para consumirlos en Lima, luego entramos a la catedral de Ayacucho, que también alberga un museo, con criptas a los laicos de Ayacucho, cuadros, arquitectura y arte propia del siglo XVII, piezas de oro, plata y cobre, es un muy buen recorrido, solo que el precio es bastante alto (S/10.00), luego fuimos a la Casa Boza y Solís, una edificación bastante resaltante en la plaza de Ayacucho, que albergó a la prócer María Parado de Bellido antes de su fusilamiento por las tropas españolas. Terminando, partimos al hotel a recoger nuestras cosas y salimos a almorzar y a seguir buscando puntos para visitar, aún habían muchísimos: Museo de la memoria, Museo de Arte Popular "Joaquin López Antay", Casa Vivanco, entre otros, solo pudimos visitar el Museo de Arte Popular "Joaquin López Antay", ya eran las 2.30 pm y debíamos estar en el aeropuerto a las 3 pm, el avión partía a las 4.

Nos hubiera gustado quedarnos mas tiempo, quizás un par de días mas para ver ese espectáculo que solo sucede en Ayacucho durante semana santa, si embargo, estábamos bastante ajustados con los días, nuestras clases en la universidad ya estaban por empezar y había algunos compromisos que debíamos cumplir ese fin de semana, sin embargo, eso genera motivación para regresar y recorrer el sur de Ayacucho y verlo en su máximo esplendor: La Semana Santa.

Tomamos un taxi hacia el aeropuerto (nuevamente S/5.00), partimos, el avión volvió a despegar y sentí la misma sensación que tuve al llegar; nuevamente, el suelo se iba alejando, la sábana de color verde sobre los Apus se iba haciendo mas grande, alcanzábamos nuevamente la coposidad de las nubes y ahí, encima estaba la puna, los nevados nuevamente y ese eterno cielo celeste que reposa sobre nuestras cabezas, impertérrito de los hombres. Somos diminutos.

Adiós pueblo de Ayacucho, muchas gracias, volveremos

Gastos:
- Aproximadamente S/400.00 por los 5 días

domingo, 22 de octubre de 2017

Ayacucho, la independencia e inspiración de todo un continente II

Ayacucho, Perú


Vilcashuamán/Vischongo


(03/04/2017) Esta entrada es la continuación de esta. La oscuridad y el frío de la madrugada en Ayacucho eran perfectas para echar una siestesilla; entramos a la combi y casi todos los pasajeros aguardaban la partida durmiendo, era Lunes, había escolares con sus padres y algunas personas ancianas; me senté al lado de un señor de aproximadamente 30 años y otro que le doblaba la edad al primero; aguardamos unos minutos mas, hasta que se llenara el último asiento y finalmente, la combi empezó a avanzar.

Recorrido Ayacucho-Vischongo

Ayacucho se encuentra a 2746 msnm y Vischongo en 3113 msnm; sin embargo, el camino llega a su punto máximo en 4181 msnm, cerca a un cruce de carreteras Vilcashuamán-Andahuaylas y Ayacucho, ello, sumado al frío de la madrugada, la neblina y la humedad que opacaban el camino de la combi, orquestaban uno de esos trágicos escenarios que tanto había leído en los diarios días antes, sin embargo la combi avanzaba con cautela y los pasajeros se veían tranquilos, así que hice lo mismo y solo me dediqué a observar el aún oscuro camino cuesta arriba de la combi. Los minutos pasaban y los primeros rayos solares caían sobre los gélidos andes huamanguinos y al fin se podía ver la densa neblina cubriendo vastos y amplios territorios delante de nosotros; desde lejos, parecía ser que una nube se había caído del cielo y estaba encima del río, de la carretera y de algunas casitas cercanas, el vehículo entró a la densa bruma y el paisaje cambió radicalmente, pasamos de amplias pampas en lo alto, a un verde valle decorado con algunas casitas que se asentaban cerca al río. Derrepente comenzó a llover muy fuertemente, miré las faldas de los apus que bordeaban la carretera y todos se veían húmedos, medio naranjas, seguramente por toda la lluvia que habían estado aguantando, mas allá habían montículos que habían quedado seguramente tras algún derrumbe en la carretera, la combi empezó a avanzar mas lento, esto no me amilanó, pues era imposible ver un mejor panorama a las 5 am y no quería perdérmelo.

-Ha estado lloviendo bastante este año, pero por estos días ya no esta lloviendo mucho.
-¿Cuanto más cree que llueva?
-Seguro estos días estará terminando
-Eso esperamos, hemos llegado a conocer Ayacucho y hemos visto que hay muchos huaycos
-No se preocupen por eso, no se pierdan de ir a Vilcashuamán, yo soy profesor de un colegio ahí, es una ciudad histórica.
-Muchas gracias por la invitación, y de hecho que sí iremos, ¿usted es de allá?
-Si, estuve en Huamanga todo el fin de semana para visitar a mi hija y dejar una encomienda, ahora debo regresar.
El señor de aproximadamente 60 años y yo continuamos conversando durante algunos minutos más, intercambiábamos sobre nuestros quehaceres y profesiones y también me comentó aún mas sobre los huaycos y desastres que habían estado causando estragos en todo Ayacucho. Esto y algunos testimonios mas, me hicieron notar que hay mucho tránsito interprovincial en Ayacucho, ya sea que la gente viva en Huamanga y trabaje en Vilcashuamán o viceversa, existe mucha comunicación e intercambio diarios e inclusive, probablemente esas fechas sería menos recurrente, puesto que para el fin de semana, iniciaría la semana santa en Ayacucho y la gente va asegurándose el hospedaje, la comida, el turismo, etc desde varios días antes.

El legado inca en la provincia de Vilcashuamán


A las 6.08 am llegamos a Vischongo, mucho mas rápido de lo esperado, pues lo normal son 2 horas y media, nos despedimos de los pasajeros de la combi y nos quedamos a media cuadra de la plaza. Lo primero de lo que tomamos conciencia fue del inclemente frío que atravesaba las fibras de mi pantalón calentador, sentí que mi abrigo no había servido de nada y que debí haberme puesto el de lana, lo segundo que hicimos fue ir a organizarnos a la plaza para conseguir desayuno y alojamiento pues el plan consistía en desayunar en Vischongo y conseguir un alojamiento durante la mañana, después de esto, salir hacia Vilcashuamán y dedicarle todo el tiempo que una visita turística a este punto requiera, luego regresar a Vischongo en la tarde y dormir temprano para salir al día siguiente al bosque de Puyas de Raimondi mas grande de todo el mundo: El Área de Conservación Regional Titankayocc, después de esto saldríamos a Cangallo. En la plaza tuvimos una muy grata e inesperada sorpresa, pues encontramos una imponente estatua del inca Tupac Inca Yupanqui, décimo jefe del estado inca, quien realizó la mayor cantidad de anexiones al incario y además lo organizó política y socialmente.

Estatua de Tupac Inca Yupanqui "El Resplandeciente"

Quedé estupefacto con tal monumento, me gustó mucho, pero me llamó la atención que siendo ellos descendientes de Chancas (una cultura rival acérrima de los Incas) alzaran estatuas de Incas, sus invasores; mas adelante reflexionaría más sobre este asunto.

Vischongo es uno de esos pueblos en los que el turista es visto como un elemento extraño, alguien que no suele aparecer normalmente, pues el punto principal de turismo en la provincia es Vilcashuamán y Vischongo se encuentra en medio de la carretera que lleva a dicho punto, sus casitas están asentadas alrededor de la carretera y la mayoría de ellas se dedica a la venta de alimentos o negocios de restaurantes, como para recargar los suministros al paso; pero nosotros sabíamos que Vischongo tenía mucho potencial turístico y que la razón por la que estábamos ahí, además de conocer era también la de promocionar la riqueza turística y paisajística de este precioso distrito y era por ello que habíamos decidido pasar la noche ahí. Habiendo ya recapitulado el plan, buscamos y encontramos rápidamente un alojamiento muy cerca a la plaza, dejamos nuestras cosas y salimos a desayunar, la gente comenzaba a salir de sus casas, el día empezaba en Vischongo.

Desde el restaurante en el que desayunábamos un plato que bien podía pasar como almuerzo pudimos observar escolares, gente trabajadora, y negociantes que comenzaban a transitar, una combi mas llegó y dejó gente en el mismo punto en el que nosotros hacía algunos minutos habíamos bajado, también llegaba un bus interprovincial desde Lima (Turismo Libertadores, su estación en Lima se encuentra en la Avenida Marco Puente Llanos, la carretera que llega a la Diroes, en Ate), el sol resplandeciente y tostador se veía desde el interior del restaurante, sin embargo, aún hacía mucho frío y no dejamos de estar abrigados en ningún momento. Al salir hicimos lo correspondiente a continuar con el viaje: Fuimos a la plaza y esperamos por una combi que nos llevara a Vilcashuamán. No tuvimos que esperar mucho porque al rato llegó una y pudimos subir (Pasaje: S/5.00).

Conversando con el chofer y los demás pasajeros, nos comentaron que esa carretera había sido seriamente afectada por las lluvias y que tomaríamos un desvío para poder llegar a salvo. Este desvío era una carretera bastante húmeda y angosta, sin embargo, el paisaje, el verdor y el cielo de la zona valían padecer esos minutos de tensión.

El cielo de Ayacucho es espectacular. Fotografía tomada con el
vehículo en movimiento (ruta Vischongo-Vilcashuamán)

Aproximadamente, llegamos a Vilcashuamán a las 9.00 am, un poco mas tarde de lo estimado debido a la ruta alterna que tuvimos que tomar, sin embargo el tiempo nos alcanzó para hacer un buen recorrido por todo el distrito.

Al bajar de la combi lo que se tiene de golpe es la catedral de Vilcashuamán (Templo de San Juan Bautista), construida sobre el templo del sol durante en S. XVI durante la ocupación española en el Perú, lo que denota de alguna manera el intento por parte de los españoles por destruir la religión y la cosmovisión andina y a cambio implantar la religión católica en el lugar, que por cierto, era un centro administrativo muy importante del estado inca y que se calcula que se calcula que tenía aproximadamente 40 000 habitantes.

Catedral de Vilcashuamán construida sobre el templo del sol.
Interior de la catedral de Vilcashuamán.

Fuimos a la municipalidad, a pedir algo de información turística, esperamos un momento y nos regalaron un folleto con el mapa y los puntos de interés en Vilcashuamán, nos explicaron que la visita es libre y que todos los monumentos se encuentran entre las calles de Vilcashuamán; agradecimos, salimos y comenzamos nuestro recorrido.

Vilcashuamán (3490 msnm) tiene una larga tradición histórica, muy interesante e importante para el Perú contemporáneo y antiguo. Su ubicación estratégica, en medio y lo alto de la serranía, ha hecho de Vilcashuamán una zona muy disputada en la antigüedad, de tal manera que fue ocupada por los Waris, los Soras, los Aymaras y finalmente fueron desalojados por los Chancas, quienes harían de Vilcashuamán su capital. Desde ahí comenzarían una guerra incansable contra los incas, la misma que casi ganan, pero finalmente, los Incas, bajo el mandato de Pachacutec (Cusi Yupanqui) se impusieron y los derrotaron y desalojaron de estas tierras, los Incas hicieron de Vilcashuamán una de sus ciudades mas importantes, desde la que difundirían el lenguaje Runa simi (quechua), la ideología y cosmovisión inca y las tradiciones de su pueblo, para poder seguir sometiendo a los demás ayllus circundantes. Tal importancia tenía que la configuración arquitectónica de Vilcashuamán representa al halcón, uno de los personajes de la trilogía inca. María Rotsworowski (2015) junto con otros historiadores, están plenamente convencidos de que fue la derrota a los Chancas y la ocupación a Vilcashuamán lo que repotenció y engrandeció al estado inca. Es por ello que para los españoles, la destrucción de este punto era de suma importancia, pues querían acabar con todo lo ajeno a la cultura española y la religión católica y Vilcashuamán representaba una amenaza a sus intereses, al igual que otras ciudades, como el Cusco.

Sacamos los celulares para revisar información sobre los puntos turísticos de la zona y comenzamos por lo que el folleto nos recomendaba la Gran Plaza, en la que se encuentra una estatua al inca Pachacutec, por su labor de expandir el estado inca y de construir la ciudad tras la derrota a los Chancas, sin embargo, no siempre fue así, durante el incario, esta plaza medía mucho mas de lo que hoy tiene de tamaño, sin embargo tras la invasión europea el diseño se "occidentalizó" y se redujo su extensión. Nuevamente es bastante llamativo el hecho de que exista una estatua de un inca en este punto, en donde muchas personas aún conservan sus raíces y orgullo Chanca. El recorrido siguió por el Ushnu, al costado del mismo hay una boletería administrada por la comunidad, que da libre carta a recorrer la ciudad, es importante pagar, esto cubre gastos de conservación de los monumentos, se trata del mirador del inca y la coya en lo alto hay un monolito que se asemeja a una especie de asientos, desde los cuales ambos personajes podían mirar y administrar todo en Vilcashuamán (ceremonias religiosas, militares, etc). A la espalda se encuentra el Palacio del Inca, el que es un edificio rectangular, sin embargo se encuentra en pésimo estado, hay paredes que se han caído y otras solo están sostenidas por tablones de madera; caminando un poco mas se puede encontrar al baño del inca; a la "piedra del vaticinio"  en la que se realizaban predicciones sobre el futuro de estado y de la agricultura; a la muralla Pachacutec, entre otros. No quiero escribir ni describir mas, porque no quiero spoilear mucho xD; vallan a la zona y conozcan esto de primera mano.

Plaza de Vilcashuamán al medio la estatua de Pachacutec.

Ushnu. Simboliza el poderío inca.

Palacio del inca
Baño del inca
Piedra del vaticinio
Muralla del inca

Como se puede notar, toda la ciudad es un baluarte histórico, cada calle, casa estructura y hasta cada casa tiene esa carga incaica a la que después se le sumó lo colonial, las estructuras están por ahí, en las calles, esperando a ser visitadas y conservadas por los pobladores y los turistas, son apenas una pequeña muestra del amplio bagaje turístico que tiene Vilcashuamán, además de por supuesto sus exigentes paisajes y vista de todo el valle.

Terminamos el recorrido a las 12 pm (aprox) y nos fuimos a la estación de combis que regresaban a Vischongo, para poder llegar, almorzar y descansar. Esperamos algo de 30 minutos hasta que llegara una combi, se llenara y partiera de regreso.

El camino fue muy enriquecedor, había muchos ancianos que habían vivido durante toda su vida en Vilcashuamán, conversaban entre ellos y nos preguntaban cosas, conversaban con nosotros y conversaban entre ellos, temas históricos, temas de actualidad, política, el paisaje y puntos turísticos de Vilcashuamán:
-¿Ven esas siluetas que parecen personas, allá en lo alto de esa montaña?
-Si
-Esas son las Titankas, ahi esta el bosque que buscan, para poder subir deben hacerlo desde Vischongo, hay 2 caminos, pero tengan cuidado, no hay nadie por ahí y puede ser peligroso si se pierden. Mas arriba hay una laguna y ya no hay ichu todo es pelado por ahí, pero ahí si tienen que caminar bastante.
-Muchas gracias ¿a que hora deberíamos subir al bosque?
-En la mañanita, a las 6 am si pueden
-Está bien
-Del otro lado del río también hay restos arqueológicos, ese es el Intihuatana, también hay una laguna, ahí si llegan rápido.
-¿En cuento tiempo mas o menos?
-Si son buenos caminantes, llegan en 1 hora, si no, pues todo el día.
-Jajajaja, esta bien, muchas gracias.

En ese momento nos dimos cuenta que llegaríamos a Vischongo a la 1.30 pm aproximadamente, hasta almorzar 2 pm y que podíamos subir al Intihuatana, llegábamos arriba a las 4 aproximadamente y regresábamos a las 6 pm, justo antes del anochecer, ¡perfecto! los tiempos cuadraban y aún tendríamos tiempo suficiente para poder descansar lo necesario, así que nos lo propusimos.

El camino iba bien, todo iba perfecto hasta que llegamos a un punto en medio de los andes, en el que el carro se detuvo. En ese momento me di cuenta de que todo el camino estaba lleno de lodo y hacia los lados había mucha tierra desprendida de los apus, todos los pasajeros miramos al frente y habían máquinas excavadoras, volquetes y obreros reconstruyendo el camino, en ese momento caí en razón de que aquel camino no se parecía mucho al camino por donde inicialmente fuimos y después de comprobarlo con uno de los ancianos, nos enteramos que estábamos en la carretera principal que conecta Vischongo con Vilcashuamán, esa misma que había sido una de las mas afectadas y que habíamos evitado en la mañana. 

1 hora tuvimos que esperar hasta que al fin nos dejaran pasar, durante el tiempo de espera, salimos del carro, y continuamos conversando con algunos ancianos sobre lo que era y es Ayacucho:
-Ayacucho ha cambiado mucho desde los 90's, en ese entonces no era así como lo ves.
-¿A qué se refiere?
-No habían pistas, no había luz, no habían medios de comunicación, no había hospitales ni colegios, no se nos prestaba atención, la gente demoraba días y semanas para poder llegar a algún pueblo, el estado no existía por acá y solo se aparecían a la hora de las elecciones, después de eso no se sabía nada.
-¿Y como así comenzó a cambiar?
-Después de la guerra interna, de alguna manera u otra eso ha hecho que se den cuenta que estamos acá, que también somos peruanos y que tenemos necesidades que el Perú no es solo Lima.
Eso último me sorprendió mucho, pero también me hizo reflexionar bastante sobre la ruralidad y la poca atención que el estado brinda en las comunidades indígenas y si eso es ahora, no imagino lo desatendidos que debieron haber estado estos pueblos hace 20 años.

Tras conversar sobre algunos temas mas, el chofer de la combi nos llamó, subimos y arrancó, pasó muy lentamente por el punto que las máquinas estaban limpiando, pues estábamos literalmente a menos de 5 centímetros del abismo y nadie ahí quería morir. Unos minutos después, llegamos a Vischongo, nos despedimos de nuestros amigos del carro y bajamos en la plaza de Vischongo a las 2.30 pm.

Corrimos a ver a los restaurantes, porque por lo general, estos en la sierra cierran a una hora determinada y de ahí no ha mas comida hasta la noche, y así fue, tuvimos que almorzar 2 bizcochos, un plátano y un frugos esa tarde, por suerte si habían tiendas. Después de eso fuimos a la municipalidad de Vischongo y preguntamos por la oficina de información turística (la que no tienen, pero deberían, necesariamente) sin embargo, nos atendió un señor muy amable que nos comentó cómo y por donde podíamos llegar al complejo arqueológico Intihuatana, lo que ahí había, las condiciones que había que superar y cuanto tiempo demoraríamos, los datos no eran muy optimistas, sin embargo queríamos, a como dé lugar subir al Intihuatana. También le preguntamos sobre el Bosque de Puyas de Raimondi y nos dió unos esbozos de cómo llegar, pues ahora, la prioridad era el Intihuatana.

A las 3.00 pm (aproximadamente) comenzamos la caminata entre las callecitas de Vischongo para poder bajar hasta el río, el señor nos había advertido que era muy probable que la lluvia nos agarre estando en el complejo arqueológico, así que saqué un poncho para lluvias que había comprado días atrás en Lima, justamente para afrontar estas situaciones; miramos hacia el cielo y efectivamente toda la infinidad celeste del cielo ayacuchano estaba cubierta por enormes y esponjosas nubes grises; cortamos camino por un pequeño desvío y pudimos llegar hasta el río, lo cruzamos y comenzamos a subir una larga escalera que llegaba hasta un mirador, hasta ese punto ya estábamos bastante cansados, pero ya habíamos avanzado bastante desde el pueblo y solo quedaba seguir adelante. Llegados a un punto el camino se bifurcaba y no sabíamos por donde ir, no había señales y solamente estábamos yendo con las indicaciones orales que el señor de la municipalidad nos había dado, decidimos ir por el camino de la izquierda, pero por alguna razón, nos pareció que ese no era el camino, dimos media vuelta y regresamos a la bifurcación, esta vez tomamos el camino de la derecha, avanzamos un poco y también nos pareció extraño, retrocedimos un poco para tomar una decisión final: Seguir adelante por cualquiera de los dos caminos o regresar a Vischongo, derrepente, a lo lejos vimos una silueta acercándose hacia nosotros.

-Señora buenas tardes
-Hola jovencito
-Seño, una pregunta, queremos llegar hasta el Intihuatana, pero no sabemos por donde es el camino, ¿nos puede decir por favor por donde es?
-Claro tienen que seguir de frente todo este camino, si quieren yo los llevo
En ese momento mi desconfianza citadina me invadió, pero me tranquilicé, pues recordé que la maldad no reina en estos lugares, que es aquí donde el ser humano crece con mas amor y conexión con la tierra y sus semejantes. Aceptamos a pesar de que la señora nos pidió que le diéramos algo por guiarnos; no nos quedó otra que aceptar y pactamos S/ 5.00 por el guiado hasta la entrada del complejo arqueológico.

Mientras caminábamos cuesta arriba conversábamos con la señora, nos contó que ella vivía arriba, en la parte mas alta del distrito de Vischongo, en el anexo de Intihuatana, allá arriba tenía su ganado y que inclusive, después de dejarnos a nosotros ella continuaría caminando por unas 2 horas mas cuesta arriba para llegar hasta su casa.
-¿Están por aquí de paseo?
-Si, así es, mañana iremos a ver las Puyas de Raimondi
-Ah, van a ir a ver a las Titankas
-Si
-Tengan cuidado, hace algunos años un escolar se perdió ahí, habían venido como viaje de promoción pero él se alejó del grupo, al final terminó regresando por otro camino y tomó un carro para regresar hasta Ica solo.
-¿Oh, pero él está bien?
-Solo supimos que estuvieron buscándolo bastante tiempo y él ya estaba bien tranquilo en su casa.

Un poco mas arriba, pegado al cerro, estaba el Qhapaq Ñan, aún utilizado en algunas zonas a nivel nacional. Se trata de la red de caminos del Estado Inca, interconectaba varias ciudades incas de este a oeste y de norte a sur en todo el Tahuantinsuyo. Las ganas no me faltaron para subir hasta ahí y poder ver de primera mano aquel camino, pero las energías me abandonaban cada vez mas y tuve que conformarme con verlo de lejos, de todas maneras sabía que lo vería mas adelante, pues ese tramo terminaba en Intihuatana.

Finalmente, llegamos a una caseta que habíamos visto desde abajo con el señor de la municipalidad, el nos dijo que ahí era, así que ahí nos quedamos y nos despedimos la señora, quien al parecer quería continuar charlando y caminando con nosotros, pues nos ofreció ir mas adelante, pero insistimos y le dijimos que nos quedaríamos ahí. Sin embargo en esta caseta no había nada, solo habían dos baños y nada más, preocupados por encontrar el centro arqueológico continuamos caminando cuesta arriba un poco mas rápido, pues ya eran las 4.30 pm, el cielo cada vez se veía mas gris y comenzaba a bajar la temperatura, así llegamos hasta un pequeño caserío ubicado al lado de la fachada del Centro Arqueológico Intihuatana, unos niños y una señora nos dijeron por donde podíamos ir. Pronto caímos en cuenta de que esa fachada y la caseta de los baños eran parte de un proyecto del estado que había quedado abandonado; cruzamos la fachada  frente a nosotros se pintaba un hermoso paisaje en el que resaltaba la laguna Pomacocha adornada de aves y caballos que comían los pastizales que crecían circundantes a la misma, rápidamente identificamos el camino y continuamos, al fin habíamos llegado a Intihuatana.

Según algunos arqueólogos, el Complejo Arqueológico Intihuatana fue un recinto urbano destinado a la élite Inca, en el que se encuentran algunas edificaciones que pudimos visitar: El torreón, que es una estructura semicircular, construida en la parte mas alta del complejo, frente a la laguna Pomacocha, Los Baños del Inca, perfectamente construidos con piedra tallada; un acllawasi que era un palacio en el que vivían las acllas o mujeres escogidas, quienes eran niñas seleccionadas de entre las mas bellas  de cada ayllu  del estado para ser enclaustradas en los acllawasi, mas adelante, al crecer se las entregaba como esposas a personas de la alta élite inca o hasta podían convertirse en esposas del propio inca y el Intihuatana o reloj solar, de donde el complejo recibe el nombre, aquí es un poco mas pequeño del que existe en Macchu Picchu.

Torreón en el Complejo Arqueológico Intihuatana

Baños del inca, llama la atención la piedra de 13 ángulos del medio

Acllawasi o lo que queda de él, es necesario preservar el patrimonio

Intihuatana, un monolito tallado

Miramos el reloj y eran las 5.45 pm y entonces decidimos regresar a Vischongo, a lo lejos se oían truenos, eso quería decir que había comenzado a llover en algún punto no muy lejano de nuestra ubicación, comenzamos a caminar mas rápido, debíamos hacer las 2 horas que nos habíamos tardado para subir en 40 minutos de bajada, para que además, no nos agarre la noche sin ningún tipo de iluminación a la mano. Apenas atravesamos la fachada del complejo comenzaron a caer las primeras gotas y el frío se hacía sentir cada vez mas; seguimos caminando pero la lluvia comenzaba a ser torrencial y a humedecer todo a su paso, rápidamente saqué el poncho para lluvias y lo compartimos.

Bajo esa torrencial lluvia, dolor en los pies y al menos 3 truenos y 2 rayos oídos y avistados durante el camino, llegamos cansados y asustados a Vischongo a las 7.00 pm; fuimos a un restaurante a cenar, la dueña nos atendió muy bien y también nos dio indicaciones de cómo llegar al Titankayocc inclusive mencionó que tenía un conocido que era un guía de turismo, nos dio su número de teléfono, sin embargo a pesar de todas las insistencias nunca nos contestó. Eso, junto al relato de la señora del Intuhuatana me hizo pensar que el camino al Titankayocc no era cosa simple y que realmente era exigente y hasta peligroso, debíamos tener cuidado al meternos por ahí. Terminamos de cenar, nos despedimos y nos fuimos a descansar... Continúa aquí.

domingo, 17 de septiembre de 2017

Ayacucho, la independencia e inspiración de todo un continente I

Ayacucho, Perú


Huamanga/Quinua


(02/04/2017) Estaba sumamente emocionado y a la expectativa de lo que sería volar en un avión por primera vez en toda mi vida, teníamos los boletos de avión desde diciembre del 2016 y la fecha programada para dicho vuelo hacia la ciudad de Ayacucho era el 26 de Marzo del 2017. Sin embargo había un asunto que preocupaba bastante, y es que, durante todo el verano peruano (diciembre, enero, febrero y marzo), había ocurrido como todos los años, el fenómeno del niño, con la particularidad de que este fenómeno del niño se manifestaba como el peor y mas fuerte en el país en los últimos 35 años y todo el departamento de Ayacucho se había visto afectado por este desastre natural, por ende, se corría riesgo de andar por las rutas ayacuchanas por aquel entonces, debido a las fuertes lluvias y los huaycos además veíamos y leíamos las noticias y los encabezados de diversos medios y lo que principalmente decían eran cosas como: -Caída de huaycos bloquean la vía Libertadores (autopista entre Lima y Ayacucho)-; -Carreteras de Ayacucho afectadas por los huaycos en la sierra-; -Radio a pilas atrae a rayo que mata a niña de 13 años en Ayacucho-; etc; y esto evidentemente, nos dejaba en shock, pues sabíamos que no íbamos a ir solo a caminar por la plaza de Ayacucho y listo, sino que íbamos para adentrarnos a las provincias (Vilcashuamán, Cangallo, Lucanas etc) y caminar entre los andes de cada pueblo que visitaríamos.

Había que hacer algo, tratamos de postergar el vuelo la mayor cantidad de tiempo posible, pero solo se nos permitió postergarlo una semana, así que durante ese período, una semana antes del viaje, comenzamos a hacer los preparativos, pues SI o SI viajábamos.

Comenzamos a buscar información turística de cada provincia de Ayacucho, así como las complicaciones que presentaba visitar dichas zonas por aquellas fechas, revisamos blogs de otros viajeros que habían visitado Ayacucho para poder guiarnos en cierto sentido, contactamos personas que tenían familiares en Ayacucho para que nos comenten como iba la situación en su pueblo y como se podía llegar ahí, el resultado fue el dibujo (en un papelote) del departamento de Ayacucho, con todas sus provincias, pueblos y puntos turísticos que pudimos encontrar; si, el viaje estuvo muy preparado y no era para menos, teníamos 5 días para conocer todo lo que se podía y el fenómeno del niño acosándonos por todas partes.

Con todo el asunto descrito de por medio, decidimos que esta vez sería diferente, que iríamos por nuestra cuenta, es decir, no contrataríamos los servicios de las empresas de turismo disponibles en los portales web, y no nos arrepentimos de aquella decisión pues, los tiempos, los destinos y la disponibilidad eran nuestras. De ese modo, nos propusimos visitar Ayacucho, Quinua, Vilcashuamán, Vischongo y Cangallo, alternando las horas, los tiempos y revisando minuciosamente las rutas para evitar o afrontar cualquier contratiempo o suceso inesperado. Nos hubiera gustado visitar mas rutas al sur (Andamarca, Lucanas, Puquio, Pauza, etc), pues todos los pueblos que visitamos se encuentran al norte de Ayacucho, pero calculando los tiempos, terminaríamos pasando mas tiempo sentados en los buses que visitando los pueblos, así que lo dejamos como un nuevo viaje por realizar y esta vez, debido a los tiempos, necesariamente debe ser por tierra.

Espectacular cielo ayacuchano

Las rutas, los paisajes, la gente, la cultura y todo lo aprendido y conocido en este viaje es algo que jamás olvidaré.

¡Orgulloso me sentiría de ser huamanguino!


El embarque al avión decía 5.20 am, pero debíamos estar en el aeropuerto dos horas antes, así que llegamos a las 3.30 am, entramos, hicimos el check in, comimos algo en el patio de comidas y paseamos por los pasillos del Aeropuerto Internacional Jorge Chavez, el principal y mas grande aeropuerto del Perú. La hora pasaba y no teníamos mas en qué distraernos, habíamos dormido poco y teníamos mucho sueño, así que decidimos entrar a la sala de embarque de una vez, para poder descansar un poco; al rato comenzaron a llamar a la gente que abordaría el vuelo a la ciudad de Ayacucho y subimos al bus que nos llevaría al avión.

Ya en el avión esperamos aproximadamente 30 minutos hasta que finalmente despegó. Sobre este asunto, debo hacer un apartado, ya que es algo completamente diferente a cualquier otra experiencia que haya vivido; al principio el avión se movía lentamente -para ubicarse en la pista de despegue, pensé- giraba y avanzaba pacientemente, yo estaba sentado al costado de la pequeña ventana lateral izquierda, así que podía ver en el exterior, mas aviones estacionados bajo el manto oscuro de las 5.55 am, los edificios del Callao a lo lejos y varios cientos de metros de pistas alrededor. Derrepente, el avión llegó a un punto en el que ya no giraba buscando una ubicación específica, sino que avanzaba, aún lentamente, en línea recta, me incliné hacia adelante para poder seguir observando el panorama desde mi ventana y derrepente el avión comenzó a acelerar raudamente, tal sensación causada por la velocidad del avión solo se asemejaría a la sensación de la velocidad de una montaña rusa en caída, pero recorriendo una línea recta, sin curvas; la aceleración del avión hizo que mi cuerpo se inclinara hacia atrás, nuevamente volteé la mirada hacia la ventana y vi cómo el avión fue elevándose del suelo y el rango de visión se hacía mas y mas amplio; al principio solo abarcaba el callao, luego Ventanilla, luego San Martin de Porres, Los Olivos, Independencia, Comas, Carabayllo, etc y las lucecitas amarillas del alumbrado público limeño se multiplicaban mas y mas en la superficie, una vez mas, caí en el reconocimiento de lo pequeños que somos ante la inmensidad de nuestro mundo, así  hasta llegar a la bruma de nubes bajas que cubren Lima Metropolitana. No hubo tiempo para tomar fotos del momento, la sensación era indescriptible, no tuve miedo, ni mareos, ni tapado de oídos; en solo unos segundos habíamos llegado encima de las nubes; el avión estabilizó su vuelo.

Durante el vuelo, pudimos ver los primeros rayos solares cayendo directamente sobre los andes mas occidentales y el colchón de nubes que cubría aproximadamente la mitad de los mismos, kilómetros mas al sureste los Apus se hacían mas grandes y las nubes bajas ya no llegaban a cubrirlos, se veían verdísimos, pues recordemos que las lluvias continuaban hasta ese entonces y los Apus recientemente se habían visto bañados por la torrentosa para andina. Derrepente, entre la accidentada superficie algo llamó mi atención: kilómetros mas abajo pude ver nevados y como estos, producto del deshielo de sus cumbres, daban origen a algunas lagunas. No supe en qué provincia de qué departamento estuve, pero la vista era espléndida, minutos mas tarde, la geografía de la zona cambió un poco y ante la ventana aparecían enormes montañas rocosas de color verde con amplios y profundos valles entre ellas, al fondo, ríos amplios que daban la impresión de estar en la selva alta peruana; pero sabía que esto se debía a la presencia de las fuertes lluvias en todo el país, cada vez se hacían visibles mas casas y Ayacucho se encontraba cada vez mas cerca.

Los nevados y su hija, una laguna al medio

Aparición progresiva de casitas al fondo del valle

Aproximadamente a las 6.40 llegamos al aeropuerto Alfredo Mendivil Duarte, el único aeropuerto del departamento de Ayacucho; el aterrizaje fue bastante tranquilo y aunque traté de ser muy minucioso con la sensación del aterrizaje, esto se vió opacado por la intranquilidad de querer bajar y comenzar a recorrer este espectacular destino. El avión se ubicó cerca a la puerta de salida del aeropuerto y pudimos salir del vehículo, una vez fuera, esperamos el equipaje y salimos del aeropuerto en dirección a conseguir un taxi para poder llegar a la Plaza de Armas de Ayacucho y buscar un lugar cercano donde alojarnos, era lo primordial en nuestro plan.

Los taxis que se encuentran en la zona de estacionamiento del aeropuerto querían cobrarnos desde S/12 hasta S/18 para llegar al centro de Ayacucho, sin embargo yo estaba convencido de que ese precio era demasiado alto, así que decidimos salir fuera del aeropuerto y probar suerte ahí. El taxi que conseguimos nos cobró S/5 por llevarnos a la Plaza de Armas, una diferencia abismal, pero no me sorprendió, en Lima sucede lo mismo, los precios de los taxis dentro del aeropuerto son bastante altos en comparación con los taxis que puedes tomar desde afuera, sin embargo, conviene mil veces tomar un taxi adentro del aeropuerto en Lima, porque existe una gran posibilidad de que afuera te roben; sin embargo confíe, tal vez tontamente, que algo así no pasaría en Ayacucho, y efectivamente, no pasó.

En el recorrido dentro del taxi estaba maravillado con las callecitas, las casas y nuevamente, ese aire helado que se siente en los pueblos andinos; veníamos conversando con el conductor sobre algunos puntos de Ayacucho, nombres de las calles y lugares cercanos de interés para el turista. Finalmente llegamos a la plaza a las 7.00 am aproximadamente (2746 msnm), no había mucha gente en las calles y aprovechamos para tomar algunas fotos de la zona. Al rato y retomando el plan, comenzamos a caminar por las calles aledañas a la plaza en busca de algún hospedaje cercano y barato, durante este recorrido pudimos apreciar algunas de las 33 iglesias que tiene Ayacucho, que ostenta ser el distrito con mas iglesias en todo el país, lo que denota el altísimo fervor católico de su población y que estaba a flor de piel por estar a pocos días de celebrarse la semana santa. Tras 30 minutos de una caminata cultural y luego de preguntar a un policía, llegamos al Hostal El Balcón, entramos y preguntamos por los precios: Para persona sola: S/40.00; matrimonial S/50.00; dobles y triples S/60.00 y S/70.00, respectivamente; decidimos quedarnos ahí, era un buen lugar, cercano al centro, a puntos de interés y a tiendas; lo siguiente fue desempacar y comenzar a planificar nuestro primer día en Huamanga.

Plaza Central de Ayacucho, a la derecha una estatua del mariscal Jose de Sucre, líder en la batalla de Ayacucho, a la izquierda, la catedral de Ayacucho.
Durante la revisión de información sobre Ayacucho en Lima, ya habíamos decidido el itinerario y las fechas, sin embargo al llegar a Ayacucho uno se da cuenta de que puede hacer mas de lo planificado, por eso planeamos salir a visitar Quinua ese día y al día siguiente, muy temprano, en la madrugada, salir en dirección a Vischongo, en la provincia de Vilcashuamán. Saliendo del hostal, preguntamos a la encargada hacia donde podíamos ir si queríamos tomar una combi que nos llevase hacia Quinua, ella nos indicó que debíamos tomar un taxi por S/5.00 hacia el "paradero de combis que van a Quinua", así que eso hicimos.

Al llegar al paradero estábamos perdidasos, mucha gente, comercio por todas partes y muchos transportistas gritando los destinos a los que se dirigían; preguntamos a varias personas y caminamos por varias calles hasta que encontramos dentro de un estacionamiento una combi que iba a Quinua ¿pasaje? S/6.00; subimos sin dudarlo y esperamos 10 minutos hasta que la combi se llenara y arrancara hacia Quinua, el trayecto fue de 1 hora, por una carretera de 37 kilómetros en muy buen estado, sin embargo el sueño y la mala noche del día anterior hacían sentir su presencia en nuestros organismos, yo no quería dormirme y perderme tan ostentosos paisajes, así que con toda la disposición del mundo me mantuve despierto todo el camino.

Durante la ruta fui hablando con un señor, me contaba sobre algunos vestigios arqueológicos de la zona, pertenecientes a los Wari; una cultura preínca que habitó toda la zona sur y la costa norte peruanas y el camino ilustraba perfectamente el relato del señor, puesto que en varios puntos de la carretera habían carteles señalizando las zonas arqueológicas aledañas a la carretera. Llegó un punto en el que la carretera continuaba hacia arriba, hacia los andes y el señor continuaba comentándome sobre los Wari y sus vestigios, ahora contaba sobre el centro arqueológico mas grande de la zona: El Complejo Arqueológico Wari, al lado de la carretera, al igual que los anteriores, solo que este se encuentra en mucho mejor estado y hay un cobro por el ingreso; desde la combi pude ver la fachada de ingreso y no lo pensé dos veces, dicho complejo se encontraba ahora en parte del recorrido que haríamos ese día, al regresar de Quinua.

Extensión del Estado Wari

Finalmente llegamos a Quinua (3275 msnm), al bajar, un señor nos ofreció llevarnos en su mototaxi a ver el Obelisco de la Batalla de Ayacucho; le agradecimos la oferta pero habíamos decidido realizar el recorrido caminando. El cielo estaba precioso, podías sentirte caminar entre las nubes acompañado de una ligera llovizna y un frío poco común para nosotros; las calles empedradas, húmedas y con ligeros brotes de vegetación, pues las lluvias en la sierra continuaban (y mas adelante seríamos víctimas de la inclemencia pluvial de la naturaleza); teníamos mucha hambre así que fuimos a comer Caldo de Gallina al mercado de Quinua (S/6.00). Luego de esto, continuamos el camino entre las callecitas históricas de Quinua; y digo históricas porque pues fue aquí donde se firmó la Capitulación de Ayacucho (9 diciembre de 1824); documento que reconocía la independencia y autonomía del Perú respecto a España; el espacio en el que se realizó la firma se encuentra en el Museo de Sitio, al que no pudimos ingresar porque aquel día se estaba dando una actividad en la plaza de Quinua y todos los edificios aledaños a la plaza (entre ellos, el Museo de Sitio) no ofrecían servicio a nadie :(.

Salimos del pueblo y llegamos a la avenida principal que corre al lado de Quinua, para continuar el recorrido hasta llegar a la Pampa de Ayacucho, mítico lugar, el que que se peleó la batalla de Ayacucho por la independencia del Perú y acaso también la de sudamérica... En aquel entonces era el año 1824, muchos países de latinoamérica ya habían conseguido emanciparse de la opresión española que desde 3 siglos atrás venía exprimiendo los beneficios que había obtenido de someter a sus colonias. Perú era uno de los últimos bastiones de la corona española en el continente y las corrientes emancipadoras sabían que era necesario emancipar al Perú para continuar con el avance libertador. Las tropas realistas (España, al mando del Virrey la Serna) y libertadoras (Sudamérica, al mando el Mariscal José de Sucre) se encontraron en la Pampa de la Quinua y tras tres horas de lucha encarnizada, el ejército realista fue derrotado y el Virrey la Serna fue capturado y llevado a firmar la capitulación de Ayacucho, con eso se cerraría un episodio en la historia del Perú.

Tomamos un desvío hacia la derecha, era la entrada a la Pampa de Ayacucho, era trocha, la tierra estaba húmeda y se metía entre algunos árboles de eucalipto. Poco antes de llegar al punto de entrada, un niño que deambulaba por la zona se nos acercó y nos dijo que podía darnos un pequeño recorrido turístico por todo el Santuario, estaba implícito que teníamos que darle algo de dinero por esa actividad y nosotros aceptamos. Todo el camino hasta la llegada a la Pampa nos comentó sobre la batalla y sus antecedentes, la historia fue muy interesante y al final, no nos pidió una cantidad determinada sino, mas bien una colaboración a voluntad propia.

El paisaje era precioso, nuevamente se sentía estar en el cielo, mas abajo, los Apus, silenciosos guardianes del Santuario, cobijaban los 3 km² de su extensión, sobre un impecable manto verde alimentado todos los días de aquella época del año por las torrentosas lluvias del ande peruano. Habiéndonos ya enterado del valor histórico de la zona y la representación simbólica que encarna el Obelisco de mas de 44 metros, nos dedicamos a contemplar la hermosa vista a la ciudad de Ayacucho que se tiene desde lo alto del Santuario Histórico de la Pampa de Ayacucho.

Impecable vista del obelisco desde la entrada al Santuario.

Cielo de Huamanga desde el Santuario.

A medida que pasaban los minutos, mas turistas iban llegando y con ellos, personas que ofrecían diversos servicios, como paseo a caballos y comerciantes. El paseo a caballo llamó nuestra atención y nos acercamos a preguntar en qué consistía y cuanto costaba. Los dueños de los caballos nos dijeron que costaba S/10.00 y consistía en un paseo de ida y vuelta hasta la entrada a la catarata Paccha Chirapaq, que se encuentra en las faldas del Apu Condorcunca (un cerro ubicado en la zona este de la Pampa de Ayacucho), rentamos los caballos y partimos hacia el destino. Llegados a la catarata, le dijimos a los dueños de los caballos que nos dejaran ahí y que se regresaran porque queríamos hacer el trayecto de regreso caminando y que además queríamos entrar a la catarata, pero de igual forma tuvimos que pagar los S/10.00 -.-. El costo de ingreso a la catarata es de S/2.00 y es una visita rápida, no hay que caminar mucho para llegar hasta el punto. Terminamos de visitarla y regresamos al Obelisco, una última vista desde el mirador y nos enrumbamos hacia el pueblo de Quinua para regresar hasta el Complejo Arqueológico Wari.

Al llegar a Quinua (11.30 am aprox), había una combi esperando pasajeros para regresar a Ayacucho, así que subimos al vehiculo, ya que el Complejo se encuentra en esa dirección, nos cobró S/2.50 hasta dicho punto, que no está muy lejos desde Quinua. Al bajar, noté que solo había unos puestitos de venta de tunas al frente de la fachada del Complejo y parajes andinos bastante accidentados por todos lados verdes, cubiertos por nubes cumulosas que se posaban por sobre toda la zona, no había nada mas, ninguna otra construcción mas que ese pequeño mercadillo y la fachada del complejo, único.

El Complejo Arqueológico Wari es una construcción ubicada a casi 3000 msnm, posee 2000 hectáreas de extensión y es una de las construcciones prehispánicas mas grandes de todo el Perú, fue una ciudad capital del estado Wari y cuenta con calles, plazas, casas, murallas y edificaciones imponentes; todas de piedra y barro. El ingreso al complejo cuesta S/2.00, pero ver in situ esas construcciones, rodeadas de tanta vegetación no tiene precio. Para mala suerte nuestra, era domingo y ese día no había servicio de guiado y tampoco había gente dentro del complejo, comenzamos a recorrer las edificaciones con un celular con internet a la mano, para buscar toda la información referente a todo lo que veíamos, de no ser por ese detalle probablemente solo hubiera sido como caminar entre las ruinas de una ciudad desconocida. Así encontramos diversas construcciones, entre las que destacan: la piedra Wari, probablemente de fines ceremoniales; el Monqachayoq que fue un conjunto de galerías funerarias; Cheqo Wasi, de igual manera, también fue probablemente usado con fines funerarios; Capilla Pata, zona de las murallas de hasta 7m de altura; Robles Moqo, zona de artesanos; Campanayoq, recintos circulares; entre otros; toda la zona estaba sumamente nutrida con plantas de tuna de todos los colores y tamaños. El recorrido duró aproximadamente 2 horas (hasta las 2 pm aprox) y pudo haber sido mas, pero el cansancio nos abatía: La mala noche y 7 horas enteras de caminata a mas de 3000 msnm ya pasaban la factura y aún faltaba regresar a Ayacucho, almorzar y recorrer algunos puntos de la ciudad.

Según algunos arqueólogos, el Complejo Arqueológico Wari apenas está descubierto a un 5%, y para poder continuar con las excavaciones y con la puesta al valor es necesario que se haga una mayor inversión por parte de las instituciones competentes; así como promover el turismo responsable en la zona y generar en el visitante una cultura de conservación del patrimonio nacional, pues si bien es cierto pudimos encontrar un par de Guardias contratados para cuidar el complejo, hay muchas zonas que están desprotegidas y son bastante vulnerables a sufrir daños por parte de los turistas irresponsables que suelen maltratar los monumentos. A lo lejos observamos que aún había un punto por recorrer: Una cueva, no recuerdo bien el nombre, le preguntamos a un guardia y nos dijo que era una cueva en la que se han encontrado pinturas rupestres y aunque estaba probablemente a unos 500m, ya no podíamos mas, así que lo anotamos como uno de los puntos por los cuales deberíamos volver a la zona; agradecimos a todas las personas que trabajaban en la zona y salimos del complejo con un poco de pena porque quería ver esa cueva, pero ya no daba mas. Salimos y esperamos una combi; no demoró mucho en llegar una, subimos para regresar a Ayacucho (S/6.00).

Nubes sobre el Complejo Arqueológico Wari

Templo principal del complejo

Capilla Pata, de 7 metros. Destaca la abundante presencia de cáctus

Robles Moqo, el barrio de artesanos

Monqachayoq, Aún continúan realizándose excavaciones.

Llegamos a Ayacucho a las 3.00 pm y estábamos bastante cansados a pesar de que habíamos dormido buena parte del trayecto; la combi nos dejó cerca de la zona en la que horas antes habíamos tomado el transporte hacia Quinua. Al bajar, tomamos un taxi y no sabíamos bien a donde ir a almorzar, así que le preguntamos al taxista a donde podíamos ir; y el nos dijo que podíamos ir a comer al mirador, aceptamos y nos llevó.

Inicialmente pensábamos que "El Mirador" era un restaurante o algo por el estilo, pero no; el mirador era eso, un mirador. El mirador de la ciudad de Ayacucho, con áreas recreativas, parques, lugares para el comercio, niños jugando y familias disfrutando de un fin de semana acompañados de la hermosa vista a la ciudad de Ayacucho. Vimos que al lado había unos puestitos de comida y almorzamos ahí por S/7.00. Terminamos y fuimos a sentarnos en algún lugarcillo del mirador, a contemplar las nubes y los andes en el horizonte de media tarde de la ciudad de Ayacucho, que hace 30 años, en sus tiempos mas difíciles, albergó el germen de uno de los períodos mas brutales de nuestro país: la época del terrorismo, un tiempo en el que especialmente Ayacucho y todas las comunidades de la serranía peruana padecieron los golpes del grupo terrorista Sendero Luminoso y del Estado Peruano; estas se encontraban entre la espada y la pared, ambas facciones luchaban entre sí en medio de los pueblos, acusando a los campesinos de ser también terroristas, matándolos de formas inimaginables; acusándolos de ser soplones, y liquidando poblaciones enteras para demostrar una fachada de "supremacía" de "perseverancia" y de "coraje". Dicha agrupación surgió entre las aulas de la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga, allá, a mediados de los 70's en Ayacucho; a cargo de un profesor de filosofía llamado Abimael Guzman, quien sería su líder; paulatinamente se fue extendiendo hacia todo el Perú hasta llegar a Lima, en donde finalmente se dieron los últimos atentados contra la población civil. En el año 1992, Abimael Guzman fue capturado y Sendero Luminoso fue perdiendo fuerza en todo el país. En la actualidad, la agrupación senderista aún persiste de forma ínfima entre los valles de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro, en la zona norte del departamento de Ayacucho y algunos de los políticos y militares genocidas se encuentran en prisión, algunos otros, prófugos del Perú. Las comunidades afectadas por este período han quedado con cicatrices eternas de lo que la devastación les dejó, en algunos casos, la herida no podrá cerrar jamás... La época del terrorismo en el Perú, es un episodio que no se puede ni se debe olvidar.

Mirador de la ciudad de Ayacucho.

A las 5.00 pm tomamos un taxi de regreso a la plaza, para recorrer algunas de sus calles y averiguar precios sobre paquetes turísticos de un solo día (no era el plan, pero conociendo los precios sabíamos mas o menos cuanto gastaríamos durante las visitas a los demás distritos), realizado esto y con la noche sobre nuestras cabezas, fuimos a comer algo en alguno de los restaurantes del transitado Jirón Asamblea para luego regresar al hospedaje y AL FIN descansar, al menos hasta las 3.30 am, que sería la hora a la que partiríamos hacia la estación de combis que se dirigen a Vilcashuamán (Jr. Cusco).

A las 3.30 am del Lunes 03 de Abril, la alarma sonó y rápidamente nos alistamos para salir a la estación, habíamos leído que las combis salían desde las 4.00 am, vi el tiempo en mi celular y decía 7º en Ayacucho y 6º en el distrito de Vischongo, nuestra siguiente parada, así que salimos fuera del hospedaje sumamente abrigados, listos para las gélidas mañanas de la serranía Ayacuchana, en Huamanga o en Vilcashuamán (provincia en la que se encuentra Vischongo).

Tomamos un taxi hasta la estación (S/ 5.00), al bajar, todos los transportistas se nos acercaron, nos rodearon y comenzaron a ofrecernos a viva voz todos los destinos a los que se dirigían, en su mayoría mencionaban "Vilcashuamán" y tuvimos que pensar rápidamente antes de que nos "pulseen" y nos suban mas el precio por el transporte. Había leído que el pasaje costaba entre 13 a 15 soles, así que levanté la voz y dije "13 soles a Vischongo" y uno de los choferes aceptó, el resto se fue; después me di cuenta de que al resto de choferes aún les faltaba llenar sus combis y que solo el que aceptó tenía 3 asientos libres, menos mal, no sé cuanto más habríamos esperado hasta que se llenase otra combi para poder partir hacia Vischongo... Continúa aquí.