domingo, 22 de octubre de 2017

Ayacucho, la independencia e inspiración de todo un continente II

Ayacucho, Perú


Vilcashuamán/Vischongo


(03/04/2017) Esta entrada es la continuación de esta. La oscuridad y el frío de la madrugada en Ayacucho eran perfectas para echar una siestesilla; entramos a la combi y casi todos los pasajeros aguardaban la partida durmiendo, era Lunes, había escolares con sus padres y algunas personas ancianas; me senté al lado de un señor de aproximadamente 30 años y otro que le doblaba la edad al primero; aguardamos unos minutos mas, hasta que se llenara el último asiento y finalmente, la combi empezó a avanzar.

Recorrido Ayacucho-Vischongo

Ayacucho se encuentra a 2746 msnm y Vischongo en 3113 msnm; sin embargo, el camino llega a su punto máximo en 4181 msnm, cerca a un cruce de carreteras Vilcashuamán-Andahuaylas y Ayacucho, ello, sumado al frío de la madrugada, la neblina y la humedad que opacaban el camino de la combi, orquestaban uno de esos trágicos escenarios que tanto había leído en los diarios días antes, sin embargo la combi avanzaba con cautela y los pasajeros se veían tranquilos, así que hice lo mismo y solo me dediqué a observar el aún oscuro camino cuesta arriba de la combi. Los minutos pasaban y los primeros rayos solares caían sobre los gélidos andes huamanguinos y al fin se podía ver la densa neblina cubriendo vastos y amplios territorios delante de nosotros; desde lejos, parecía ser que una nube se había caído del cielo y estaba encima del río, de la carretera y de algunas casitas cercanas, el vehículo entró a la densa bruma y el paisaje cambió radicalmente, pasamos de amplias pampas en lo alto, a un verde valle decorado con algunas casitas que se asentaban cerca al río. Derrepente comenzó a llover muy fuertemente, miré las faldas de los apus que bordeaban la carretera y todos se veían húmedos, medio naranjas, seguramente por toda la lluvia que habían estado aguantando, mas allá habían montículos que habían quedado seguramente tras algún derrumbe en la carretera, la combi empezó a avanzar mas lento, esto no me amilanó, pues era imposible ver un mejor panorama a las 5 am y no quería perdérmelo.

-Ha estado lloviendo bastante este año, pero por estos días ya no esta lloviendo mucho.
-¿Cuanto más cree que llueva?
-Seguro estos días estará terminando
-Eso esperamos, hemos llegado a conocer Ayacucho y hemos visto que hay muchos huaycos
-No se preocupen por eso, no se pierdan de ir a Vilcashuamán, yo soy profesor de un colegio ahí, es una ciudad histórica.
-Muchas gracias por la invitación, y de hecho que sí iremos, ¿usted es de allá?
-Si, estuve en Huamanga todo el fin de semana para visitar a mi hija y dejar una encomienda, ahora debo regresar.
El señor de aproximadamente 60 años y yo continuamos conversando durante algunos minutos más, intercambiábamos sobre nuestros quehaceres y profesiones y también me comentó aún mas sobre los huaycos y desastres que habían estado causando estragos en todo Ayacucho. Esto y algunos testimonios mas, me hicieron notar que hay mucho tránsito interprovincial en Ayacucho, ya sea que la gente viva en Huamanga y trabaje en Vilcashuamán o viceversa, existe mucha comunicación e intercambio diarios e inclusive, probablemente esas fechas sería menos recurrente, puesto que para el fin de semana, iniciaría la semana santa en Ayacucho y la gente va asegurándose el hospedaje, la comida, el turismo, etc desde varios días antes.

El legado inca en la provincia de Vilcashuamán


A las 6.08 am llegamos a Vischongo, mucho mas rápido de lo esperado, pues lo normal son 2 horas y media, nos despedimos de los pasajeros de la combi y nos quedamos a media cuadra de la plaza. Lo primero de lo que tomamos conciencia fue del inclemente frío que atravesaba las fibras de mi pantalón calentador, sentí que mi abrigo no había servido de nada y que debí haberme puesto el de lana, lo segundo que hicimos fue ir a organizarnos a la plaza para conseguir desayuno y alojamiento pues el plan consistía en desayunar en Vischongo y conseguir un alojamiento durante la mañana, después de esto, salir hacia Vilcashuamán y dedicarle todo el tiempo que una visita turística a este punto requiera, luego regresar a Vischongo en la tarde y dormir temprano para salir al día siguiente al bosque de Puyas de Raimondi mas grande de todo el mundo: El Área de Conservación Regional Titankayocc, después de esto saldríamos a Cangallo. En la plaza tuvimos una muy grata e inesperada sorpresa, pues encontramos una imponente estatua del inca Tupac Inca Yupanqui, décimo jefe del estado inca, quien realizó la mayor cantidad de anexiones al incario y además lo organizó política y socialmente.

Estatua de Tupac Inca Yupanqui "El Resplandeciente"

Quedé estupefacto con tal monumento, me gustó mucho, pero me llamó la atención que siendo ellos descendientes de Chancas (una cultura rival acérrima de los Incas) alzaran estatuas de Incas, sus invasores; mas adelante reflexionaría más sobre este asunto.

Vischongo es uno de esos pueblos en los que el turista es visto como un elemento extraño, alguien que no suele aparecer normalmente, pues el punto principal de turismo en la provincia es Vilcashuamán y Vischongo se encuentra en medio de la carretera que lleva a dicho punto, sus casitas están asentadas alrededor de la carretera y la mayoría de ellas se dedica a la venta de alimentos o negocios de restaurantes, como para recargar los suministros al paso; pero nosotros sabíamos que Vischongo tenía mucho potencial turístico y que la razón por la que estábamos ahí, además de conocer era también la de promocionar la riqueza turística y paisajística de este precioso distrito y era por ello que habíamos decidido pasar la noche ahí. Habiendo ya recapitulado el plan, buscamos y encontramos rápidamente un alojamiento muy cerca a la plaza, dejamos nuestras cosas y salimos a desayunar, la gente comenzaba a salir de sus casas, el día empezaba en Vischongo.

Desde el restaurante en el que desayunábamos un plato que bien podía pasar como almuerzo pudimos observar escolares, gente trabajadora, y negociantes que comenzaban a transitar, una combi mas llegó y dejó gente en el mismo punto en el que nosotros hacía algunos minutos habíamos bajado, también llegaba un bus interprovincial desde Lima (Turismo Libertadores, su estación en Lima se encuentra en la Avenida Marco Puente Llanos, la carretera que llega a la Diroes, en Ate), el sol resplandeciente y tostador se veía desde el interior del restaurante, sin embargo, aún hacía mucho frío y no dejamos de estar abrigados en ningún momento. Al salir hicimos lo correspondiente a continuar con el viaje: Fuimos a la plaza y esperamos por una combi que nos llevara a Vilcashuamán. No tuvimos que esperar mucho porque al rato llegó una y pudimos subir (Pasaje: S/5.00).

Conversando con el chofer y los demás pasajeros, nos comentaron que esa carretera había sido seriamente afectada por las lluvias y que tomaríamos un desvío para poder llegar a salvo. Este desvío era una carretera bastante húmeda y angosta, sin embargo, el paisaje, el verdor y el cielo de la zona valían padecer esos minutos de tensión.

El cielo de Ayacucho es espectacular. Fotografía tomada con el
vehículo en movimiento (ruta Vischongo-Vilcashuamán)

Aproximadamente, llegamos a Vilcashuamán a las 9.00 am, un poco mas tarde de lo estimado debido a la ruta alterna que tuvimos que tomar, sin embargo el tiempo nos alcanzó para hacer un buen recorrido por todo el distrito.

Al bajar de la combi lo que se tiene de golpe es la catedral de Vilcashuamán (Templo de San Juan Bautista), construida sobre el templo del sol durante en S. XVI durante la ocupación española en el Perú, lo que denota de alguna manera el intento por parte de los españoles por destruir la religión y la cosmovisión andina y a cambio implantar la religión católica en el lugar, que por cierto, era un centro administrativo muy importante del estado inca y que se calcula que se calcula que tenía aproximadamente 40 000 habitantes.

Catedral de Vilcashuamán construida sobre el templo del sol.
Interior de la catedral de Vilcashuamán.

Fuimos a la municipalidad, a pedir algo de información turística, esperamos un momento y nos regalaron un folleto con el mapa y los puntos de interés en Vilcashuamán, nos explicaron que la visita es libre y que todos los monumentos se encuentran entre las calles de Vilcashuamán; agradecimos, salimos y comenzamos nuestro recorrido.

Vilcashuamán (3490 msnm) tiene una larga tradición histórica, muy interesante e importante para el Perú contemporáneo y antiguo. Su ubicación estratégica, en medio y lo alto de la serranía, ha hecho de Vilcashuamán una zona muy disputada en la antigüedad, de tal manera que fue ocupada por los Waris, los Soras, los Aymaras y finalmente fueron desalojados por los Chancas, quienes harían de Vilcashuamán su capital. Desde ahí comenzarían una guerra incansable contra los incas, la misma que casi ganan, pero finalmente, los Incas, bajo el mandato de Pachacutec (Cusi Yupanqui) se impusieron y los derrotaron y desalojaron de estas tierras, los Incas hicieron de Vilcashuamán una de sus ciudades mas importantes, desde la que difundirían el lenguaje Runa simi (quechua), la ideología y cosmovisión inca y las tradiciones de su pueblo, para poder seguir sometiendo a los demás ayllus circundantes. Tal importancia tenía que la configuración arquitectónica de Vilcashuamán representa al halcón, uno de los personajes de la trilogía inca. María Rotsworowski (2015) junto con otros historiadores, están plenamente convencidos de que fue la derrota a los Chancas y la ocupación a Vilcashuamán lo que repotenció y engrandeció al estado inca. Es por ello que para los españoles, la destrucción de este punto era de suma importancia, pues querían acabar con todo lo ajeno a la cultura española y la religión católica y Vilcashuamán representaba una amenaza a sus intereses, al igual que otras ciudades, como el Cusco.

Sacamos los celulares para revisar información sobre los puntos turísticos de la zona y comenzamos por lo que el folleto nos recomendaba la Gran Plaza, en la que se encuentra una estatua al inca Pachacutec, por su labor de expandir el estado inca y de construir la ciudad tras la derrota a los Chancas, sin embargo, no siempre fue así, durante el incario, esta plaza medía mucho mas de lo que hoy tiene de tamaño, sin embargo tras la invasión europea el diseño se "occidentalizó" y se redujo su extensión. Nuevamente es bastante llamativo el hecho de que exista una estatua de un inca en este punto, en donde muchas personas aún conservan sus raíces y orgullo Chanca. El recorrido siguió por el Ushnu, al costado del mismo hay una boletería administrada por la comunidad, que da libre carta a recorrer la ciudad, es importante pagar, esto cubre gastos de conservación de los monumentos, se trata del mirador del inca y la coya en lo alto hay un monolito que se asemeja a una especie de asientos, desde los cuales ambos personajes podían mirar y administrar todo en Vilcashuamán (ceremonias religiosas, militares, etc). A la espalda se encuentra el Palacio del Inca, el que es un edificio rectangular, sin embargo se encuentra en pésimo estado, hay paredes que se han caído y otras solo están sostenidas por tablones de madera; caminando un poco mas se puede encontrar al baño del inca; a la "piedra del vaticinio"  en la que se realizaban predicciones sobre el futuro de estado y de la agricultura; a la muralla Pachacutec, entre otros. No quiero escribir ni describir mas, porque no quiero spoilear mucho xD; vallan a la zona y conozcan esto de primera mano.

Plaza de Vilcashuamán al medio la estatua de Pachacutec.

Ushnu. Simboliza el poderío inca.

Palacio del inca
Baño del inca
Piedra del vaticinio
Muralla del inca

Como se puede notar, toda la ciudad es un baluarte histórico, cada calle, casa estructura y hasta cada casa tiene esa carga incaica a la que después se le sumó lo colonial, las estructuras están por ahí, en las calles, esperando a ser visitadas y conservadas por los pobladores y los turistas, son apenas una pequeña muestra del amplio bagaje turístico que tiene Vilcashuamán, además de por supuesto sus exigentes paisajes y vista de todo el valle.

Terminamos el recorrido a las 12 pm (aprox) y nos fuimos a la estación de combis que regresaban a Vischongo, para poder llegar, almorzar y descansar. Esperamos algo de 30 minutos hasta que llegara una combi, se llenara y partiera de regreso.

El camino fue muy enriquecedor, había muchos ancianos que habían vivido durante toda su vida en Vilcashuamán, conversaban entre ellos y nos preguntaban cosas, conversaban con nosotros y conversaban entre ellos, temas históricos, temas de actualidad, política, el paisaje y puntos turísticos de Vilcashuamán:
-¿Ven esas siluetas que parecen personas, allá en lo alto de esa montaña?
-Si
-Esas son las Titankas, ahi esta el bosque que buscan, para poder subir deben hacerlo desde Vischongo, hay 2 caminos, pero tengan cuidado, no hay nadie por ahí y puede ser peligroso si se pierden. Mas arriba hay una laguna y ya no hay ichu todo es pelado por ahí, pero ahí si tienen que caminar bastante.
-Muchas gracias ¿a que hora deberíamos subir al bosque?
-En la mañanita, a las 6 am si pueden
-Está bien
-Del otro lado del río también hay restos arqueológicos, ese es el Intihuatana, también hay una laguna, ahí si llegan rápido.
-¿En cuento tiempo mas o menos?
-Si son buenos caminantes, llegan en 1 hora, si no, pues todo el día.
-Jajajaja, esta bien, muchas gracias.

En ese momento nos dimos cuenta que llegaríamos a Vischongo a la 1.30 pm aproximadamente, hasta almorzar 2 pm y que podíamos subir al Intihuatana, llegábamos arriba a las 4 aproximadamente y regresábamos a las 6 pm, justo antes del anochecer, ¡perfecto! los tiempos cuadraban y aún tendríamos tiempo suficiente para poder descansar lo necesario, así que nos lo propusimos.

El camino iba bien, todo iba perfecto hasta que llegamos a un punto en medio de los andes, en el que el carro se detuvo. En ese momento me di cuenta de que todo el camino estaba lleno de lodo y hacia los lados había mucha tierra desprendida de los apus, todos los pasajeros miramos al frente y habían máquinas excavadoras, volquetes y obreros reconstruyendo el camino, en ese momento caí en razón de que aquel camino no se parecía mucho al camino por donde inicialmente fuimos y después de comprobarlo con uno de los ancianos, nos enteramos que estábamos en la carretera principal que conecta Vischongo con Vilcashuamán, esa misma que había sido una de las mas afectadas y que habíamos evitado en la mañana. 

1 hora tuvimos que esperar hasta que al fin nos dejaran pasar, durante el tiempo de espera, salimos del carro, y continuamos conversando con algunos ancianos sobre lo que era y es Ayacucho:
-Ayacucho ha cambiado mucho desde los 90's, en ese entonces no era así como lo ves.
-¿A qué se refiere?
-No habían pistas, no había luz, no habían medios de comunicación, no había hospitales ni colegios, no se nos prestaba atención, la gente demoraba días y semanas para poder llegar a algún pueblo, el estado no existía por acá y solo se aparecían a la hora de las elecciones, después de eso no se sabía nada.
-¿Y como así comenzó a cambiar?
-Después de la guerra interna, de alguna manera u otra eso ha hecho que se den cuenta que estamos acá, que también somos peruanos y que tenemos necesidades que el Perú no es solo Lima.
Eso último me sorprendió mucho, pero también me hizo reflexionar bastante sobre la ruralidad y la poca atención que el estado brinda en las comunidades indígenas y si eso es ahora, no imagino lo desatendidos que debieron haber estado estos pueblos hace 20 años.

Tras conversar sobre algunos temas mas, el chofer de la combi nos llamó, subimos y arrancó, pasó muy lentamente por el punto que las máquinas estaban limpiando, pues estábamos literalmente a menos de 5 centímetros del abismo y nadie ahí quería morir. Unos minutos después, llegamos a Vischongo, nos despedimos de nuestros amigos del carro y bajamos en la plaza de Vischongo a las 2.30 pm.

Corrimos a ver a los restaurantes, porque por lo general, estos en la sierra cierran a una hora determinada y de ahí no ha mas comida hasta la noche, y así fue, tuvimos que almorzar 2 bizcochos, un plátano y un frugos esa tarde, por suerte si habían tiendas. Después de eso fuimos a la municipalidad de Vischongo y preguntamos por la oficina de información turística (la que no tienen, pero deberían, necesariamente) sin embargo, nos atendió un señor muy amable que nos comentó cómo y por donde podíamos llegar al complejo arqueológico Intihuatana, lo que ahí había, las condiciones que había que superar y cuanto tiempo demoraríamos, los datos no eran muy optimistas, sin embargo queríamos, a como dé lugar subir al Intihuatana. También le preguntamos sobre el Bosque de Puyas de Raimondi y nos dió unos esbozos de cómo llegar, pues ahora, la prioridad era el Intihuatana.

A las 3.00 pm (aproximadamente) comenzamos la caminata entre las callecitas de Vischongo para poder bajar hasta el río, el señor nos había advertido que era muy probable que la lluvia nos agarre estando en el complejo arqueológico, así que saqué un poncho para lluvias que había comprado días atrás en Lima, justamente para afrontar estas situaciones; miramos hacia el cielo y efectivamente toda la infinidad celeste del cielo ayacuchano estaba cubierta por enormes y esponjosas nubes grises; cortamos camino por un pequeño desvío y pudimos llegar hasta el río, lo cruzamos y comenzamos a subir una larga escalera que llegaba hasta un mirador, hasta ese punto ya estábamos bastante cansados, pero ya habíamos avanzado bastante desde el pueblo y solo quedaba seguir adelante. Llegados a un punto el camino se bifurcaba y no sabíamos por donde ir, no había señales y solamente estábamos yendo con las indicaciones orales que el señor de la municipalidad nos había dado, decidimos ir por el camino de la izquierda, pero por alguna razón, nos pareció que ese no era el camino, dimos media vuelta y regresamos a la bifurcación, esta vez tomamos el camino de la derecha, avanzamos un poco y también nos pareció extraño, retrocedimos un poco para tomar una decisión final: Seguir adelante por cualquiera de los dos caminos o regresar a Vischongo, derrepente, a lo lejos vimos una silueta acercándose hacia nosotros.

-Señora buenas tardes
-Hola jovencito
-Seño, una pregunta, queremos llegar hasta el Intihuatana, pero no sabemos por donde es el camino, ¿nos puede decir por favor por donde es?
-Claro tienen que seguir de frente todo este camino, si quieren yo los llevo
En ese momento mi desconfianza citadina me invadió, pero me tranquilicé, pues recordé que la maldad no reina en estos lugares, que es aquí donde el ser humano crece con mas amor y conexión con la tierra y sus semejantes. Aceptamos a pesar de que la señora nos pidió que le diéramos algo por guiarnos; no nos quedó otra que aceptar y pactamos S/ 5.00 por el guiado hasta la entrada del complejo arqueológico.

Mientras caminábamos cuesta arriba conversábamos con la señora, nos contó que ella vivía arriba, en la parte mas alta del distrito de Vischongo, en el anexo de Intihuatana, allá arriba tenía su ganado y que inclusive, después de dejarnos a nosotros ella continuaría caminando por unas 2 horas mas cuesta arriba para llegar hasta su casa.
-¿Están por aquí de paseo?
-Si, así es, mañana iremos a ver las Puyas de Raimondi
-Ah, van a ir a ver a las Titankas
-Si
-Tengan cuidado, hace algunos años un escolar se perdió ahí, habían venido como viaje de promoción pero él se alejó del grupo, al final terminó regresando por otro camino y tomó un carro para regresar hasta Ica solo.
-¿Oh, pero él está bien?
-Solo supimos que estuvieron buscándolo bastante tiempo y él ya estaba bien tranquilo en su casa.

Un poco mas arriba, pegado al cerro, estaba el Qhapaq Ñan, aún utilizado en algunas zonas a nivel nacional. Se trata de la red de caminos del Estado Inca, interconectaba varias ciudades incas de este a oeste y de norte a sur en todo el Tahuantinsuyo. Las ganas no me faltaron para subir hasta ahí y poder ver de primera mano aquel camino, pero las energías me abandonaban cada vez mas y tuve que conformarme con verlo de lejos, de todas maneras sabía que lo vería mas adelante, pues ese tramo terminaba en Intihuatana.

Finalmente, llegamos a una caseta que habíamos visto desde abajo con el señor de la municipalidad, el nos dijo que ahí era, así que ahí nos quedamos y nos despedimos la señora, quien al parecer quería continuar charlando y caminando con nosotros, pues nos ofreció ir mas adelante, pero insistimos y le dijimos que nos quedaríamos ahí. Sin embargo en esta caseta no había nada, solo habían dos baños y nada más, preocupados por encontrar el centro arqueológico continuamos caminando cuesta arriba un poco mas rápido, pues ya eran las 4.30 pm, el cielo cada vez se veía mas gris y comenzaba a bajar la temperatura, así llegamos hasta un pequeño caserío ubicado al lado de la fachada del Centro Arqueológico Intihuatana, unos niños y una señora nos dijeron por donde podíamos ir. Pronto caímos en cuenta de que esa fachada y la caseta de los baños eran parte de un proyecto del estado que había quedado abandonado; cruzamos la fachada  frente a nosotros se pintaba un hermoso paisaje en el que resaltaba la laguna Pomacocha adornada de aves y caballos que comían los pastizales que crecían circundantes a la misma, rápidamente identificamos el camino y continuamos, al fin habíamos llegado a Intihuatana.

Según algunos arqueólogos, el Complejo Arqueológico Intihuatana fue un recinto urbano destinado a la élite Inca, en el que se encuentran algunas edificaciones que pudimos visitar: El torreón, que es una estructura semicircular, construida en la parte mas alta del complejo, frente a la laguna Pomacocha, Los Baños del Inca, perfectamente construidos con piedra tallada; un acllawasi que era un palacio en el que vivían las acllas o mujeres escogidas, quienes eran niñas seleccionadas de entre las mas bellas  de cada ayllu  del estado para ser enclaustradas en los acllawasi, mas adelante, al crecer se las entregaba como esposas a personas de la alta élite inca o hasta podían convertirse en esposas del propio inca y el Intihuatana o reloj solar, de donde el complejo recibe el nombre, aquí es un poco mas pequeño del que existe en Macchu Picchu.

Torreón en el Complejo Arqueológico Intihuatana

Baños del inca, llama la atención la piedra de 13 ángulos del medio

Acllawasi o lo que queda de él, es necesario preservar el patrimonio

Intihuatana, un monolito tallado

Miramos el reloj y eran las 5.45 pm y entonces decidimos regresar a Vischongo, a lo lejos se oían truenos, eso quería decir que había comenzado a llover en algún punto no muy lejano de nuestra ubicación, comenzamos a caminar mas rápido, debíamos hacer las 2 horas que nos habíamos tardado para subir en 40 minutos de bajada, para que además, no nos agarre la noche sin ningún tipo de iluminación a la mano. Apenas atravesamos la fachada del complejo comenzaron a caer las primeras gotas y el frío se hacía sentir cada vez mas; seguimos caminando pero la lluvia comenzaba a ser torrencial y a humedecer todo a su paso, rápidamente saqué el poncho para lluvias y lo compartimos.

Bajo esa torrencial lluvia, dolor en los pies y al menos 3 truenos y 2 rayos oídos y avistados durante el camino, llegamos cansados y asustados a Vischongo a las 7.00 pm; fuimos a un restaurante a cenar, la dueña nos atendió muy bien y también nos dio indicaciones de cómo llegar al Titankayocc inclusive mencionó que tenía un conocido que era un guía de turismo, nos dio su número de teléfono, sin embargo a pesar de todas las insistencias nunca nos contestó. Eso, junto al relato de la señora del Intuhuatana me hizo pensar que el camino al Titankayocc no era cosa simple y que realmente era exigente y hasta peligroso, debíamos tener cuidado al meternos por ahí. Terminamos de cenar, nos despedimos y nos fuimos a descansar... Continúa aquí.