domingo, 4 de febrero de 2018

La Reserva Paisajística Nor-Yauyos Cochas y el encanto de viajar I

Yauyos, Lima, Perú


(19/05/2017) Había quedado embelesado con la historia de aquel señor de la combi en el viaje que hicimos a Zúñiga (puedes verlo aquí), las ganas por visitar la Reserva Paisajística Nor-Yauyos Cochas (RPNYC) solo crecerían mas con el paso del tiempo, lo que me hizo indagar datos, recomendaciones, rutas, costos, etc; por casi dos años.

Habían algunos factores que complicaban la salida durante esos días: Perdería dos días de clase en la universidad y además iría solo, por una ruta que conocía muy bien en mapas, pero jamás había pisado en mi vida; sin embargo era la oportunidad perfecta; las lluvias torrenciales en la sierra estaban terminando y por lo tanto, la RPNYC estaría en su máximo esplendor, no habría muchos turistas en los pueblos de la zona debido a que las vacaciones de verano ya habían terminado y al menos la mayoría ya estaría en sus actividades en Lima, y por supuesto, mis ganas por visitar la reserva ya eran insoportables. Por ello si o si, debía partir.

Huancaya, en la Reserva Paisajística Nor-Yauyos Cochas
Hubo un factor que siempre estuvo presente y me hizo preocupar en determinado momento, por ello creo necesario el mencionarlo, es la ruta. Había revisado decenas de blogs y contactado con personas que han llegado a la reserva, la mayoría de rutas eran vía Lima-Cañete-Huancaya (Huancaya es la capital turística de la RPNYC) y otra pequeña parte señalaba la ruta Lima-Huancaya (el bus se toma en el terminal Yerbateros, los sábados a las 6am) como la mas adecuada, sin embargo, estas rutas no me convencían o no se ajustaban a mis días planificados, por ello, opté por una ruta bastante diferente: Lima-Huancayo-Chupaca-Huancaya.

El plan era ir al terminal de Yerbateros, tomar un bus a Huancayo durante la noche y dormir (o al menos intentarlo) en la ruta; llegar a Huancayo en la madrugada y tomar una combi hacia Chupaca, finalmente llegar a Chupaca máximo a las 5am para poder tomar uno de los colectivos que van a Huancaya. Una de las personas con las que contacté, me había comentado que habían colectivos desde Chupaca hasta Huancaya, desde las 4am hasta las 6am o hasta que se llenaran, por eso era muy importante el llegar temprano

La preparación de casi dos años me había llevado a algunas conclusiones y la visita a Ayacucho (puedes verla aquí) me había enseñado bastante respecto al tiempo en la sierra, por ello, lo primero que empaqué fue el poncho para lluvias, fue vital para el viaje, 100% necesario y 100% útil.

Siguiendo el camino hacia la espectacular RPNYC


Llegué al terminal Yerbateros hacia las 6.30pm, debía calcular bien el tiempo, pues tenía que llegar a las 4am a Huancayo y media hora después a Chupaca. Al rato llegó un bus que pedía S/20.00 para ir a Huancayo (E.T. Ticllas), un precio bastante módico por cierto, sin dudarlo y debido a que era el único bus a esa hora, subí.

El bus partió una hora después aproximadamente, pues esperó a llenarse. Yo tuve la muy buena suerte de sentarme junto a un señor que se fue tomando yogurt de fresa todo el camino hasta que al llegar a Matucana, AL FIN se le acabó, todo el trayecto que no puede dormir imaginaba los espectaculares colores que iba a tener su vómito al pasar por ticlio.

Una vez el olor del yogurt se hubo disipado, me di cuenta que debía dormir un poco, así que lo intenté y en realidad nunca lo logré a cabalidad: la ansiedad por viajar solo, las ganas de llegar y disfrutar de todos esos paisajes idílicos me mataba; así que solo dormitaba y me levantaba cada 2 horas.

Al llegar a ticlio me levanté, la altura hizo que me doliera la cabeza y no pueda dormir nuevamente sino hasta después de un rato, rápidamente volteé a mi derecha a ver al señor y este estaba de lo mas tranqui mirando el camino -Uff, menos mal- pensé, tras asomar la vista por la ventana y notar la inmensa oscuridad de la noche andina, descansé un par de horas mas.

Tras algunos acontecimientos mas que impidieron que siga durmiendo durante la madrugada, llegamos a Huancayo a las 4.10am aproximadamente, apenas bajé del bus, sentí la gélida temperatura de Huancayo en mis piernas y me arrepentí de no tener el calentador puesto. Bajé en el cruce de las avenidas Coronel Parra y Carretera Central por recomendación de los pasajeros del bus interprovincial, quienes me dijeron que por ahí pasaban las combis hacia Chupaca; ahí esperé los 5 minutos mas helados de mi vida hasta que pasó una combi, y en 20 minutos llegué a la plaza de Chupaca, que es en donde se toman los colectivos. Caminé un poco y encontré un colectivo que llegaba a Huancaya por S/25.00 :DD, compré mi desayuno, paseé por unos minutos, escuché la radio y observé la madrugada que se sentaba sobre la ciudad de Huancayo.

Ahí bajé. Si llegan de madrugada, abríguense antes de salir de Lima.

A las 5.45 am, una vez lleno, el colectivo partió hacia la RPNYC, yo estaba con un ojo abierto y otro cerrado del cansancio, pero no quería perderme ni un metro del camino a la reserva, así que aguanté todo lo que pude, hasta que a las 6.10 am, luego de ver el amanecer de Chupaca me dormí.

No se nota, pero el cartel dice: RPNYC//56 km :D

A las 7.30 am desperté debido a que el carro se detuvo, el paisaje se tornaba espectacular y era la oportunidad perfecta para bajar y sentir nuevamente el aire gélido altoandino. Metros mas abajo de la carretera, los charcos visibles entre los bofedales altoandinos reflejaban la tostadora luz del Inti allá, al fondo, casi como tatuado en ese celeste cielo, que cobijaba a los que son y siempre serán los guardianes de esa zona, los apus de la sierra central, estos últimos, de retoque y casi como vistiéndolos, presentaban al observador sus laderas llenas de un ichu tostado, un paisaje digno de ser observado por horas.

Camino a la RPNYC, Chupaca-Huancaya

10 minutos después y retomamos el avance; el tráfico se paralizó debido a que se estaba rehabilitando ese tramo de la carretera, afectado por los huaycos de hacía apenas 2 meses:
-Los huaycos también han afectado duramente esta zona
-Ha llovido muchísimo hasta hace 1 semana aproximadamente, ojalá lleve algo para las lluvias jóven (contestó el chofer)
-Si, tengo un poncho para lluvias en la mochila, no quisiera pasar malo ratos

Estaba sentado en copiloto y conversé con el chofer todo el tiempo que me mantuve despierto y digo eso porque apenas dejaba de hablar con él unos segundos yo ya me quedaba dormido y supongo que el chofer se daba cuenta de esto al intentar continuar con la conversación, en algún punto me comentó:
-Está con bastante sueño
-Si, es que no he podido dormir muy bien en el bus interprovincial
-¿El soroche?
-Al parecer si

La altura iba aumentando, el chofer me comentaba que estábamos a casi 5000 msnm, era increíble; en algún punto inclusive pudimos ver a algunas personas realizando el chaccu, que es una técnica ancestral de trasquilado de alpacas, todo un espectáculo por cierto, lamentablemente no pudimos detenernos a observar todo el proceso.

En lo mas alto, antes de bajar a la provincia de Yauyos, el granizo y la cristalización de algunos pequeños charcos de agua regados en el camino comenzó a hacerse notar, bajé la ventana y de verdad estaba gélido, tanto que ya no podía dormir y me comenzaba a doler la cabeza, pero el paisaje y la sensación de estar ahí lo valía todo.

Poco antes de llegar a la reserva, ya en Yauyos, cruzamos el pueblito de Tinco Yauricocha, un pueblo que junto con Tomas y Alis, están luchando por erradicar la minería de la zona, debido a que la actividad que esta industria genera en el ambiente es nociva para el ecosistema de la zona y altera el comportamiento y la vida salvaje propias de la RPNYC, la empresa minera que desarrolla sus actividades en la zona es la minera Corona (o mina Yauricocha), este pueblo, además, ¡tiene el puente colgante mas alto del mundo! A 1 km de altura de la superficie; apenas pude ver una pequeña parte del altísimo puente, pues nuestro camino debía continuar, sin embargo eso me da motivos para volver por esta zona.

Unos kilómetros mas allá, el chofer me advirtió que en breve llegaríamos al tan ansiado punto, un cartel metros mas allá le daría la razón, al fin llegamos a la Reserva Paisajística Nor-Yauyos Cochas, el primer pueblo desde esta ruta es Tomas, en el que hicimos una parada para ir al baño y para que bajen algunas personas del colectivo, aproveché esos minutos en ir a la plaza y hacer algunas fotos del espectacular paisaje; se notaba el porqué del nombre, Tomas es una de las puertas de esta bellísima reserva. Dentro de este distrito se puede encontrar algunos puntos turísticos mas: El Apu Caja real y las lagunas de Pachas y Chichicocha, entre otros.

Plaza de armas de Tomas

Desde Tomas, practicamente toda la ruta esta plagada de puntos turísticos, apenas un par de kilómetros mas allá entramos al Cañón de Uchco, en el que la carretera pasa debajo de este y al costado pasa el río, la pista se hace bastante angosta y el sonido del motor del auto o el correr del río se tornan ensordecedores.

Cañón de Uchco desde lo mas profundo, la autopista
Luego de atravesado el cañón, llegamos a Alis, en donde se bajaron los dos últimos pasajeros que quedaban, aparte de mi; en ese momento comencé a preguntarme si en realidad mi colectivo llegaría a Huancaya.

Unos kilómetros después, el chofer me pidió dejarme en Tinco de Alis (que era el pueblo siguiente), porque ya no había mas gente que iba hacia Huancaya y a él no le convenía y también me dijo que no me preocupara, que estaba llegando un amigo suyo y que este me recogería para llevarme hasta Huancaya por S/5.00, él solo me cobraría S/20.00 hasta Tinco de Alis, lo vi justo para él y para mi y acepté, sin embargo le dije (medio bromeando, pero iba muy en serio) que no lo dejaría irse hasta que llegara su amigo y así fue, en Tinco de Alis aproveche en ir al baño y al salir, El primer chofer no se había ido (pero si había llenado su carro para regresar a Huancayo) y el segundo chofer acababa de llegar, me despedí del chofer y subí al segundo vehículo, le pedí que me llevara solo hasta Vitis, desde ahí caminaría a Huancaya (3 km aproximadamente).

El resto del camino fueron muchos mas paisajes espectaculares, ya no tenía sueño, estaba en el lugar que tanto había querido estar por casi 2 años, mucho mas espectacular fue cuando el carro pasó por la ladera de la laguna Piquecocha, aguas de un celeste oscuro que llamaba a bajarme del carro y sentarme ahí, así que revisé mi mapa y me di cuenta que todavía no estábamos muy cerca de Vitis y que la caminata hasta Vitis sumada al sueño me terminaría por matar. Encima, al llegar a Vitis debía buscar algunos puntos turísticos mas, así que preferí no bajarme y solo observar la inmensidad del cielo reflejado en sus aguas.

El ameno y tranquilo pueblo de Vitis


Finalmente, a las 10 am, llegué a Vitis (3600 msnm), se tornaba espectacular frente a mis ojos, los apus, todos verdes circundando todo el valle, hacia abajo, el río cañete que había tomado un color turquesa que reflejaba las nubes y el inmenso cielo color celeste; era ese paisaje de pueblo de la serranía perfecto, las casas de quincha y adobe, las estrechas callecitas con una canaleta al medio, era majestuoso. El carro me dejó en la plaza, la que estaba vacía y en las calles no habían muchas personas. Yo llegué con un objetivo ya elaborado: Encontrar el rodal de Puyas de Raimondi que hay por aquí y visitar al menos una de las 2 zonas arqueològicas que tiene Vitis (Cochashuasi y Huaylluy).

Calles en Vitis

Plaza de Vitis
Crucé la calle y vi una tienda abierta, compré una botella de agua y le pregunté a la señora sobre cómo llegar a todos los puntos que quería ir, me dió algunos datos y salí, busqué mas personas, fui donde estaba una señora mas y una joven, todas me dieron datos parecidos, así que tomé esa ruta.

Consistía en subir al menos unos 200 metros hacia el sur, al llegar hay una quebrada, en la misma quebrada se ubicaba uno de los centros arqueológicos, a continuación se debe tomar el camino hacia la derecha por 1km aprox para llegar al rodal de puyas. Lo explicito así, porque los caminos no están señalizados y durante el camino no se ven muchas personas como para preguntar.

En otras condiciones, el subir hasta la quebrada se me hubiera hecho mas fácil de lo que fue, sin embargo, el cansancio y el leve dolor de cabeza me impidieron subir más allá para poder llegar a las puyas, cansado y triste regresé por el camino hasta la plaza, no sin antes tomarle unas fotos al espectacular paisaje.

Sólo una pequeña muestra

Al llegar a la plaza de nuevo, comencé mi caminata a la meca, al centro, al point; a Huancaya. Aproximadamente unos 3 kms separan a Vitis de Huancaya y yo estimaba 1 hora de caminata. Apenas saliendo de Vitis pude ver una pequeña Puya de Raimondi, sembrada en el jardín de un colegio, me sentí muy feliz, no vi el rodal, pero pude ver un ejemplar de titanka, el resto del camino estuvo lleno de sorpresas: Apenas vi 1 camión y 1 auto durante toda la ruta, vi una pequeña cascada y un toro atado a un árbol que me hizo caminar un poco más rápido. Finalmente, bajo un cielo celeste y un sol radiante de mediodía, llegué a Huancaya.

La Titanka de Vitis

Catarata en el camino Vitis-Huancaya

Entrada a Huancaya

Huancaya, capital turística de Yauyos


Al ver ese portal me alegré, ya había llegado al punto del que tanto había leído, estaba cansadísimo al extremo, pero emocionado, seguí el camino hasta llegar a la plaza, ahora la prioridad era conseguir una habitación para pasar las dos noches que tenía planeado quedarme, sin embargo, a medida que avanzaba mas entre las callecitas de Huancaya me daba cuenta de que el pueblo estaba realmente LLENO de turistas, y en cada hospedaje que preguntaba me decían que ya no tenían habitaciones -Oh, cielos, pensé- Así que me fui un poco mas lejos de la plaza y encontré un hospedaje con habitaciones para persona sola (S/20.00, no recuerdo su nombre) frente a otro muy conocido, el Brisas de Mayo. Pagué por dos noches seguidas, el ver que había bastante gente por el pueblo no me hizo dudar de tomar esa decisión. Desempaqué mis cosas, y salí a buscar almuerzo, conocer el pueblo y ver de cerca el río cañete. Dicen que se ve espectacular desde Huancaya.

Salí del hospedaje y apenas a dos casas, me encontré con el restaurante "El Quinualito", de la sra. Naldy Hilario, 100% recomendable, además la señora es bastante atenta y conversadora; le pedí que por favor me preparara un plato y yo volvía en el tiempo que ella estimaba, eso hice, la sra. Naldy me dijo que regrese en 20 minutos:
-Pero jóven, vuelves no me hagas cocinar por las puras
-Jaja, no seño, no se preocupe, yo regreso si o si, apenas voy a ver las cascadas y vuelvo.
La señora Naldy además ofrece servicio de hospedaje, # 01-722-9346 y 964-839-991

Dejé a la señora Naldy y me fui al río, quedé anonadado con las cascadas de Cabracancha y el agua de color turquesa impecable, en el fondo se podían ver peces conviviendo en su hábitat natural con el espectacular paisaje de la zona. Este paisaje natural contrastaba mucho con la gran actividad turístico-económica que convive con el pueblo, que visité al rato: Muchos turistas, de todas partes del mundo y muchos autos en el centro de la plaza delataban que la vida va de la mano con el turismo aquí.

Después de ese breve recorrido, que repetiría a cada rato durante ese primer día en Huancaya, regresé al restaurante "El Quinualito", almorcé, conversé un rato con la señora, me comprometí a regresar para la cena y regresé al hospedaje, ya era momento de descansar al menos un par de horas.

Desperté con frio en los pies, no me había tapado y no me había quitado nada de la ropa con la que había llegado a Huancaya, me levanté con la sensación de no haber dormido nada y decidí regresar a las cascadas de Cabracancha, nuevamente espectacular. Quería bajar en ese punto y ¡si se puede!, para llegar a un puente colgante, pero lamentablemente estaba en reparación y no pude bajar para cruzarlo. Tomé mi mapa y recordé que saliendo del pueblo, un poco más al norte, en dirección a Vilca, existe otro punto turístico que ya me había leído: Los puentes coloniales de Huancaya, una zona cuyo principal atractivo turístico, además de las aguas del río cañete, son 4 puentes fabricados durante la época colonial a base de piedra y barro, aquí si me tomé mi tiempo, observé todo con mucha paciencia, me senté en medio de los arbustos, subí al mirador más alto, me puse al ras del nivel del río, toqué sus aguas, me sentí al 100% con la naturaleza, tratando de comprender esa espectacular pieza paisajística; El agua del río, impecable, se mostraba como un espejo del cielo, apenas si hacía bulla. Todo estaba sumamente verde, el cielo despejado. Al fondo, en los Apus ubicados a espaldas de Huancaya se asentaban unos andenes milenarios, de la época de los Incas, lo que me hizo pensar en la gran influencia que esta cultura debió haber ejercido sobre la zona; hoy cubiertos por maleza y mala hierba, han estado observando silenciosamente el pasar de los siglos y el correr de las aguas turquesas del río cañete... Continuará en un siguiente post.

Cascadas de Cabracancha

Puente sobre las cascadas de Cabracancha

Zona de camping cercana a los puentes coloniales

Aguas translúcidas del río cañete

Cielo despejado sobre el apu Huallahuacran de Huancaya

Pedazo del paisaje de Huancaya sentido Norte. Nótese el cielo reflejado en el río

Pedazo del paisaje de Huancaya sentido Sur. Al fondo, los puentes colgantes

sábado, 2 de diciembre de 2017

Ayacucho, la independencia e inspiración de todo un continente III

Ayacucho, Perú


Bosque de Puyas de Raimondi, Vischongo/Cataratas de Cangallo, Cangallo


(04/04/2017) Esta entrada es la continuación de esta. La alarma comenzó a sonar y los primeros rayos solares del día entraban a través de la ventana, sin embargo estábamos sumamente agotados y decidimos seguir durmiendo hasta las 9 am. Al despertar corrimos a buscar algo para el desayuno en alguna tienda, puesto que evidentemente, ya no había desayuno, era muy tarde y Vischongo había iniciado el día hacía varias horas, así que tras el desayuno improvisado volvimos a la municipalidad y buscamos al mismo señor que nos atendió el día anterior para llegar a Intihuatana; lo encontramos, nos indicó un camino que subía hacia la parte alta del pueblo y nos embarcó con otro señor que vivía también en la parte alta del pueblo.

El señor nos acompañó hasta determinado punto y en adelante solo nos dijo que siguiéramos de frente, pero no fue tan facil, tuvimos que preguntar en al menos 3 casas mas por el camino al bosque de Puyas de Raimondi o Titankayocc como lo conocen ahí.

Camino a la ACR Titancayocc

Finalmente encontramos el camino y pudimos seguir adelante por nuestra cuenta, ya no habían casas ni personas, el camino hacia la ACR esta bastante bien conservado y hay piedras pintadas de color rojo que indican que estas en buen camino durante las 3 o 4 horas que puede durar el trekking.

El camino es relativamente exigente, primero se debe ir cuesta arriba por el Apu que se encuentra a espaldas del pueblo de Vischongo, al llegar hasta la parte mas alta, se debe caminar un poco y luego  descender hasta el río, cruzar un puente y subir nuevamente otro Apu mas grande, pues es en la parte mas alta de este último que se encuentra el Bosque de Puyas.

A las 11.00 am nos encontrábamos en la parte mas alta del primer cerro, el camino hasta ese punto no había sido muy exigente físicamente, solamente un poco pesado debido a la humedad de la tierra y lo tupido de plantas que por largos tramos se mostraba, esto a su vez, atraía mosquitos que no paraban de seguirnos sino hasta después de varios metros, por ello es necesario llevar repelente al menos en esta época del año y no dejar de caminar durante estas situaciones. Un par de recomendaciones que no quiero dejar pasar es que deben llevar NECESARIAMENTE al menos una botella de agua por persona y que deben tratar de conseguir bastones para poder caminar, son un muy buen apoyo para tantear terrenos antes de dar el siguiente paso, estos bastones se pueden comprar (aluminio) o buscar entre la maleza de las rutas de trekking (madera).

Al llegar a la parte mas alta del primer cerro, el camino continúa hacia la derecha, luego baja al río para finalmente subir hasta el cerro mas alto que se puede identificar en la foto, esos puntitos sobre él, son las Puyas de Raimondi, esa es la ACR Titancayocc
Continuamos el camino hasta llegar al río y el cansancio se comenzaba a asomar, esto se sintió aún mas cuando comenzamos a subir el segundo Apu, puesto que la subida era mucho mas pronunciada que la primera y además, el sendero era mucho mas angosto; sin embargo las piedras pintadas de color rojo nos indicaban que estábamos en buen camino y las primeras Puyas de Raimondi empezaban a aparecer regadas cerca al camino motivándonos a continuar adelante.

En este segundo cerro, el camino presenta zonas de descanso y miradores para los visitantes, puesto que esta parte es mas exigente y agotadora, contamos unas 5 zonas de descanso y un par de servicios higiénicos en todo este tramo.

Todo iba bien, dentro de lo que en ese momento considerábamos como bienestar, que básicamente era que podíamos seguir adelante a un nivel constante, el camino estaba señalizado, no había contratiempos, el agotamiento era estable, teníamos un par de botellas de agua para rehidratarnos y habíamos conseguido bastones; ¡todo genial!. Sin embargo, metros mas arriba, observamos, a dos grandes toros recostados bajo la sombra que proyectaba un mirador. ¡Dos toros en medio del camino!.

Supongo que algún ganadero los dejó ahí para que pasteen y se alimenten de las plantas de la zona, pero para nosotros representaba una situación de incertidumbre. pues aunque sé que estos animales son tranquilos y mansos (lo notamos cuando seguimos avanzando y ellos notaron nuestra presencia y no se inmutaron); no sé si es que serán territoriales o si estarán acostumbrados a ver viajeros pasando a centímetros por delante suyo; así que preferimos ladear esa zona y abrirnos camino entre los arbustos laterales, hasta dejar metros mas atrás a los toros.

Uno de los toros decidió levantarse y estirar las patas :v

Habiendo atravesado el mirador de los toros, nos volvimos a meter al camino, aún señalizado con las piedras rojas, las Puyas eran cada vez mas grandes y se encontraban en medio del camino, revisé la altura a la que estábamos en el celular y marcaba 3800, metros mas arriba, y ya en medio de enormes puyas 3900, luego 4000 msnm, finalmente, luego de 3 horas de caminata entre los matorrales, vacunos y muchísimos eucaliptos habíamos llegado a la ACR Titankayocc a la 1.00 pm.

ACR Titankayocc
El Area de Conservación Reginal Titankayocc (ACR Titankayocc) nace el 2010 mediante un decreto supremo del Ministerio del ambiente luego de una intensa lucha por parte de los pobladores de la zona por conseguir ese reconocimiento para el lugar debido a su importancia como zona de conservación de la Puya de Raimondi, la que es una de las pocas especies de plantas que crecen sobre alturas superiores a los 3500 msnm en los andes de Perú y Bolivia. En el Perú existe en varios departamentos, entre ellos Ayacucho y Áncash; sin embargo, la reserva de Puyas de Raimondi mas grande se encuentra aquí, en la ACR Titankayocc, que alberga mas de 200'000 ejemplares. Esta planta esta considerada como una especie bastante especial debido al tamaño máximo que puede llegar a alcanzar (14 metros de altura), resaltando de manera singular entre las montañas de la serranía y también a que que solo florece una vez en toda su vida, y cuando lo hace, que es aproximadamente a los 100 años, muere; dejando hasta 6 millones de semillas. Simplemente espectacular, y lo es mas estando en medio de estas enormes plantas, para esto las piedras rojas estaban regadas por todo el camino y daba la impresión de que ya no había señalización, ya no habían muchas especies de plantas alrededor, la altura no permitía su crecimiento, en el horizonte, al este, se podía ver las cumbres de otras montañas mas pequeñas coloridas de ese amarillo ichu a pesar de las lluvias, se podía tocar el cielo, al oeste la montaña crecía aún mas, recordé lo que dijo el señor el día anterior, que mas al fondo habían lagunas, quise volar, subir hasta lo mas alto pero el objetivo estaba logrado y la hora y el cansancio no nos permitían mas, ahora debíamos regresar, almorzar y partir a Cangallo.

En el descenso demoramos 1.30 horas, de igual manera, tratamos de evitar a los toros y en durante ese tiempo el uso de los bastones fue vital para apoyarnos, estábamos bastante agotados, pero aún podíamos seguir adelante. A las 3.00 pm llegamos a Vischongo, fuimos a probar suerte y ver si es que en algún lado aún había almuerzo y si, la señora de la cena del día anterior estaba atendiendo y pudimos almorzar y conversar con ella sobre la forma en la que podíamos llegar a Cangallo.
-Por aquí afuera pasan unos colectivos que van a Huamanga, tomen esos y se bajan en Condorccocha, ahi toman otro colectivo mas que vaya a Cangallo. Desde Condorcoccha el camino se divide, uno viene para acá, a Vischongo y otro va a Cangallo.
-¿Esos colectivos también vienen de Huamanga?
-Si, todo viene de allá

Así que eso hicimos, a las 4.30 salimos del restaurante, nos despedimos de la señora y sus hijos con quienes habíamos estado conversando y jugando y leyendo algunos libros escolares, momentos muy gratos, viajar no es solo aislarse en medio de la naturaleza, sino compartir con estas personas que también integran la sinergia en general de toda la zona.

La combi tuvo que esperarnos por unos minutos, pues aún no terminabamos de almorzar, pero el chofer ya estaba enterado que dos personas viajaríamos, así que no lo dudó y nos esperó en la puerta e hizo esperar a todos los pasajeros XD, por supuesto que nosotros nos apresuramos en terminar para partir rápido. Estábamos muy cansados y el viaje nos fue mas agotador, durante esa hora de camino hasta Condorccocha, luché por no dormirme y a las 5.30 aproximadamente llegamos, bajamos y esperamos un poco hasta que apareciera algún vehículo que nos llevara a Cangallo. Ninguna combi, sabíamos que era un poco tarde pero la consigna era que como sea debíamos llegar a Cangallo esa noche. Al rato se apareció un colectivo quizás uno de los últimos y sin dudarlo, nos subimos.

El camino estaba bastante húmedo, y por partes inundado, así que tuve que bajar un par de veces a apoyar al chofer empujando el carro o emparejando el camino con piedras para poder avanzar, el resto del camino fue bastante cómodo, una vía de doble sentido, asfaltada y muy bien señalizada hasta llegar a Cangallo:
-Ya estamos llegando, esta es Cangallo
-Genial, y son las 7.00 pm, solo hemos demorado una hora y media
-Si, menos mal, porque tampoco es muy conveniente transitar por esa pista a partir de las 8.00 pm; hay asaltantes de carreteras. Hace algunos días nada más, asaltaron un carro por acá, los pasajeros tuvieron que regresar caminando en la noche
Eso me alivió, evidentemente, pero también me hizo adoptar una postura de prevención.

Cangallo (2577 msnm) es la capital de la provincia de Cangallo y junto con Pampa Cangallo es una de las ciudades mas grandes de toda la provincia, se encuentra ubicado entre enormes Apus y el río Pampas de Cangallo; es una ciudad histórica, es la tierra de los Morochucos, próceres de la independencia que también lucharon por su emancipación de la opresión española. Sin embargo el motivo principal de nuestra estancia en Cangallo era visitar tres cataratas: Pumapaqcha, Batán y Qorimaqma. Por supuesto que Cangallo posee muchos atractivos turísticos mas: Tienen una fuente de aguas termales llamada Huahuapuquio, hay una catarata más, en las alturas de los andes que circundan Cangallo y otra, llamada Wayuna, entre otros. Sin embargo, debido a nuestra corta estancia en el distrito habíamos elegido visitar solamente las cataratas.

Preguntamos por el Hotel Municipal, el que se encuentra frente a la plaza mayor de Cangallo, el costo promedio es S/15.00 por persona, aquí preguntamos por las tres cataratas: Batán, Qorimaqma y Pumapaqcha; la señora nos atendió muy amablemente y nos dió algunos tips para poder llegar hasta esos destinos: Debíamos tomar una combi hasta la entrada a la catarata Batán, bajar de la combi y empezar el descenso al valle, puesto que la carretera esta en la parte superior, luego continuar por el sendero durante 10 minutos hasta llegar finalmente a la catarata Batán, la catarata Qorimaqma se encontraba en el mismo valle, pero en dirección contraria, para llegar hasta ahí debíamos caminar un poco mas, atravesar un tunel y seguir el sendero; la catarata Pumapaqcha estaba mas cercana a la ciudad de Pampa Cangallo, así qu debíamos ir allá para poder llegar. Parecía simple, nada fuera de lo normal, así que no preguntamos mas y le agradecimos por su apoyo. Dejamos nuestras cosas y salimos del hotel a caminar un rato por la plaza y poder comer algo antes de ir a dormir.

Al día siguiente (05/04/2017) empezamos el día temprano y a las 6.30 am estábamos en el terminal de buses que van hacia Huamanga para llegar a la Catarata Batán y Qorimaqma; a Pumapaqcha iríamos luego, antes de regresar a Huamanga ese mismo día, pues al día siguiente salía el avión de regreso a Lima. Tuvimos que esperar bastante tiempo hasta que al fin una combi llegó, a las 8.30 am recién tomamos la combi, aprovechamos la espera para tomar desayuno y observar la belleza de la zona.

El trayecto a la Catarata Batán y Qorimaqma dura 30 minutos en combi, al momento de bajar solo le dijimos al señor que nos deje en la entrada a la catarata Batán, y eso hizo, bajamos y bueno, empezamos la ruta de trekking. Lo primero que notamos es que no había ninguna señalización y el sendero no se notaba mucho, así que por tramos tuvimos que abrirnos paso entre los matorrales, finalmente llegamos a la catarata batán.

Catarata Batán

Decidimos continuar el camino, dimos media vuelta y seguimos por un tenue sendero invadido por la vegetación regular de la zona pegado al cerro y notamos que de a pocos a medida que avanzábamos, el valle se iba haciendo mas profundo, pensamos que lo lógico sería seguir el curso del río hasta llegar a la otra catarata, sin embargo había un problema, la geografía era demasiado accidentada, húmeda y verde como para improvisar un camino, además dudamos mucho de que por ahí hubiera algún túnel, así que seguimos ladeando la montaña, desde algún momento el camino desapareció y ya era imposible distinguirlo de la vegetación, lo mas cercano que teníamos era seguir el curso de una canaleta que corría al lado del camino y supusimos que venía de algún pueblo cercano y que esto nos llevaría a cierto punto, donde se bifurcaría nuevamente un camino mas hacia la caratara Qorimaqma, así que continuamos por ahí hasta que encontramos el túnel, sin embargo era un túnel muy particular, tendría apenas 1.50 mtrs de altura, puesto que probablemente fue hecho solo para que la canaleta pudiera seguir su curso . Nos cuestionamos si es que estábamos en buen camino o no y dudamos antes de cruzar, todo estaba bastante oscuro y no se veía luz alguna al final del túnel, pero ya habíamos llegado hasta ahí y aunque dudándolo, empezamos a cruzar; es necesario aclarar que a las personas claustrofobicas no se los recomiendo en lo absoluto. Terminamos de pasar el túnel, levantamos la mirada y bueno, esperábamos que el camino se bifurcara, pero por el contrario, el valle estaba mas al fondo aún y frente nuestro había otro túnel, al menos este era mas corto, de apenas unos 5 metros y de altura un poco mas baja que el primero, lo cruzamos y metros mas adelante nuevamente, un túnel mas, que también cruzamos, la situación comenzó a intrigarnos, la señora habló de un solo túnel y de un camino, pero en ese momento estábamos siguiendo una canaleta al borde del valle y habíamos cruzado tres túneles.

Caminamos aproximadamente por 30 minutos, atravesamos riscos, derrumbes de piedras, frondosos matorrales, pero no encontramos ningún desvío, a lo lejos escuchamos el sonido de una cascada que venía desde adentro del valle, pero nunca encontramos una bajada, eran casi las 10 am y tristes, decidimos regresar hasta la carretera. Esta vez la tristeza pesaba mucho mas que el miedo por esas pequeñas y húmedas cuevas que tuvimos que atravesar de nuevo para llegar a la carretera.

Llegados a la carretera decidimos sentarnos a esperar algún vehículo que nos regresara a Cangallo; No había nadie, ningún ser humano mas que nosotros, no pasaban autos, a lo lejos, al otro lado del valle, podía divisar casitas y corrales que seguro pertenecían a algún ganadero, después de 10 minutos, apareció una camioneta y decidimos tirar dedo para regresar, fue simplemente genial; subimos en la tolva y a pesar del sinuoso camino nos levantábamos a de a ratos para sentir el viento correr por nuestros rostros, eso sí, bien sostenidos del vehículo para no salir volando.

¡¡Sostén el celular que puede salir volandoo!!
Al llegar a Cangallo decidimos darle algo al señor por el transporte (S/5.00), a pesar que no nos pidió nada y por el contrario, no nos quería recibir, fue bastante amable y arriesgado por dejarnos subir a la tolva, pero fue muy muy genial.

Eran las 11am aproximadamente, decidimos pasear por Cangallo, visitamos la plaza, el mercado (en donde me tomé una leche de tigre), los alrededores, el río, la municipalidad (donde preguntamos por mas puntos turísticos de Cangallo), la UGEL, etc. Después regresamos al hotel donde estábamos hospedados, la señora de recepción estaba ahí junto a su esposo y nos preguntó cómo nos había ido en la travesía:
-¿Visitaron las Cataratas?
-Sólo pudimos llegar a Batán, no encontramos el camino a Qorimaqma
El esposo se sorprendió e intervino:
-Pero hay un camino después de las cuevas
-Si vimos algo que parecía un camino, pero estaba lleno de plantas y matorrales, dudamos bastante, al parecer el camino está cubierto
-Creo que es hora de que hagamos labor comunal para limpiar el camino
-Si, porque de verdad que queríamos llegar hasta ahí
-Es que por lo general los turistas van hasta allá con guías, y ellos conocen los caminos

Plaza de Cangallo

Recogimos nuestras cosas, nos despedimos de la señora y el señor y salimos a almorzar al restaurante del hotel, era la 1pm y nos dimos cuenta que era hora de regresar a la ciudad de Ayacucho, para cenar, visitar el centro y prepararnos, por que al día siguiente salía el vuelo de retorno a Lima.

Fuimos al paradero a esperar algún vehículo que salga a Ayacucho, habían varios que salían en orden y por horas, subimos al colectivo de turno y estuvimos esperando mas de 1 hora a que se llene, el carro recorrió toda la ciudad al menos 7 veces buscando pasajeros, nosotros decidimos esperar porque nos iba a cobrar S/15.00, S/5.00 menos que el pasaje regular en colectivo, conversamos varias cosas para matar el rato y ganar confianza entre todos:
-...No cualquiera puede trabajar haciendo colectivo acá, en Cangallo, a los colectiveros lugareños y a los comerciantes no les gusta, tienes que caerles bastante bien para poder trabajar acá
-¿Y usted es de acá?
-No, yo soy de la selva, de Ucayali, pero he trabajado de camionero en el Callao y en Lima, pero el destino me trajo a trabajar acá, aquí me siento bien, la conexión con la naturaleza es lo mejor
-Además las pistas están en buen estado, el único problema es la delincuencia, nos comentaron que por acá hay asaltantes de caminos
-Si, mayormente son los narcos, esta ruta es ruta del narcotráfico, por acá pasa toda la droga y sale a Ica; a veces se ven unos carrasos bien caros por acá, son los narcos que tienen estas rutas
Quedé atónito y mas sorprendido que el primer día.

A las 2.30 pm aproximadamente, al fin el carro se llenó y comenzó su trayecto hacia Ayacucho, el viaje fue largo y bastante agotador, ya no bajamos en Pumapaqcha ni en ningún otro punto, fuimos de frente, el camino que el día en el que llegamos a Vischongo se mostraba ante nuestros ojos al fin de día a y lo lejos veíamos que la ciudad de Ayacucho se dibujaba entre los andes.

Llegados a Ayacucho, nos instalamos en el hospedaje del primer día, cenamos y salimos a visitar la plaza de noche, era la última noche en Ayacucho, además, los preparativos para la semana santa estaban a full y ahora había muchísima gente en las calles, muchos promotores de turismo brindando ofertas que salían mucho mas caras de lo que habíamos gastado en cada punto al que visitamos, la lluvia caía de a ratos y era bastante fuerte, la gente que estaba costumbrada se mantenía tranquila, los fuereños corrían por las calles o andaban con sus paraguas.

Al día siguiente (06/04/2017), fuimos a desayunar al Mercado Artesanal, bastante cercano a la plaza de armas, ahí compramos, además del desayuno, queso y otros productos para consumirlos en Lima, luego entramos a la catedral de Ayacucho, que también alberga un museo, con criptas a los laicos de Ayacucho, cuadros, arquitectura y arte propia del siglo XVII, piezas de oro, plata y cobre, es un muy buen recorrido, solo que el precio es bastante alto (S/10.00), luego fuimos a la Casa Boza y Solís, una edificación bastante resaltante en la plaza de Ayacucho, que albergó a la prócer María Parado de Bellido antes de su fusilamiento por las tropas españolas. Terminando, partimos al hotel a recoger nuestras cosas y salimos a almorzar y a seguir buscando puntos para visitar, aún habían muchísimos: Museo de la memoria, Museo de Arte Popular "Joaquin López Antay", Casa Vivanco, entre otros, solo pudimos visitar el Museo de Arte Popular "Joaquin López Antay", ya eran las 2.30 pm y debíamos estar en el aeropuerto a las 3 pm, el avión partía a las 4.

Nos hubiera gustado quedarnos mas tiempo, quizás un par de días mas para ver ese espectáculo que solo sucede en Ayacucho durante semana santa, si embargo, estábamos bastante ajustados con los días, nuestras clases en la universidad ya estaban por empezar y había algunos compromisos que debíamos cumplir ese fin de semana, sin embargo, eso genera motivación para regresar y recorrer el sur de Ayacucho y verlo en su máximo esplendor: La Semana Santa.

Tomamos un taxi hacia el aeropuerto (nuevamente S/5.00), partimos, el avión volvió a despegar y sentí la misma sensación que tuve al llegar; nuevamente, el suelo se iba alejando, la sábana de color verde sobre los Apus se iba haciendo mas grande, alcanzábamos nuevamente la coposidad de las nubes y ahí, encima estaba la puna, los nevados nuevamente y ese eterno cielo celeste que reposa sobre nuestras cabezas, impertérrito de los hombres. Somos diminutos.

Adiós pueblo de Ayacucho, muchas gracias, volveremos

Gastos:
- Aproximadamente S/400.00 por los 5 días

domingo, 22 de octubre de 2017

Ayacucho, la independencia e inspiración de todo un continente II

Ayacucho, Perú


Vilcashuamán/Vischongo


(03/04/2017) Esta entrada es la continuación de esta. La oscuridad y el frío de la madrugada en Ayacucho eran perfectas para echar una siestesilla; entramos a la combi y casi todos los pasajeros aguardaban la partida durmiendo, era Lunes, había escolares con sus padres y algunas personas ancianas; me senté al lado de un señor de aproximadamente 30 años y otro que le doblaba la edad al primero; aguardamos unos minutos mas, hasta que se llenara el último asiento y finalmente, la combi empezó a avanzar.

Recorrido Ayacucho-Vischongo

Ayacucho se encuentra a 2746 msnm y Vischongo en 3113 msnm; sin embargo, el camino llega a su punto máximo en 4181 msnm, cerca a un cruce de carreteras Vilcashuamán-Andahuaylas y Ayacucho, ello, sumado al frío de la madrugada, la neblina y la humedad que opacaban el camino de la combi, orquestaban uno de esos trágicos escenarios que tanto había leído en los diarios días antes, sin embargo la combi avanzaba con cautela y los pasajeros se veían tranquilos, así que hice lo mismo y solo me dediqué a observar el aún oscuro camino cuesta arriba de la combi. Los minutos pasaban y los primeros rayos solares caían sobre los gélidos andes huamanguinos y al fin se podía ver la densa neblina cubriendo vastos y amplios territorios delante de nosotros; desde lejos, parecía ser que una nube se había caído del cielo y estaba encima del río, de la carretera y de algunas casitas cercanas, el vehículo entró a la densa bruma y el paisaje cambió radicalmente, pasamos de amplias pampas en lo alto, a un verde valle decorado con algunas casitas que se asentaban cerca al río. Derrepente comenzó a llover muy fuertemente, miré las faldas de los apus que bordeaban la carretera y todos se veían húmedos, medio naranjas, seguramente por toda la lluvia que habían estado aguantando, mas allá habían montículos que habían quedado seguramente tras algún derrumbe en la carretera, la combi empezó a avanzar mas lento, esto no me amilanó, pues era imposible ver un mejor panorama a las 5 am y no quería perdérmelo.

-Ha estado lloviendo bastante este año, pero por estos días ya no esta lloviendo mucho.
-¿Cuanto más cree que llueva?
-Seguro estos días estará terminando
-Eso esperamos, hemos llegado a conocer Ayacucho y hemos visto que hay muchos huaycos
-No se preocupen por eso, no se pierdan de ir a Vilcashuamán, yo soy profesor de un colegio ahí, es una ciudad histórica.
-Muchas gracias por la invitación, y de hecho que sí iremos, ¿usted es de allá?
-Si, estuve en Huamanga todo el fin de semana para visitar a mi hija y dejar una encomienda, ahora debo regresar.
El señor de aproximadamente 60 años y yo continuamos conversando durante algunos minutos más, intercambiábamos sobre nuestros quehaceres y profesiones y también me comentó aún mas sobre los huaycos y desastres que habían estado causando estragos en todo Ayacucho. Esto y algunos testimonios mas, me hicieron notar que hay mucho tránsito interprovincial en Ayacucho, ya sea que la gente viva en Huamanga y trabaje en Vilcashuamán o viceversa, existe mucha comunicación e intercambio diarios e inclusive, probablemente esas fechas sería menos recurrente, puesto que para el fin de semana, iniciaría la semana santa en Ayacucho y la gente va asegurándose el hospedaje, la comida, el turismo, etc desde varios días antes.

El legado inca en la provincia de Vilcashuamán


A las 6.08 am llegamos a Vischongo, mucho mas rápido de lo esperado, pues lo normal son 2 horas y media, nos despedimos de los pasajeros de la combi y nos quedamos a media cuadra de la plaza. Lo primero de lo que tomamos conciencia fue del inclemente frío que atravesaba las fibras de mi pantalón calentador, sentí que mi abrigo no había servido de nada y que debí haberme puesto el de lana, lo segundo que hicimos fue ir a organizarnos a la plaza para conseguir desayuno y alojamiento pues el plan consistía en desayunar en Vischongo y conseguir un alojamiento durante la mañana, después de esto, salir hacia Vilcashuamán y dedicarle todo el tiempo que una visita turística a este punto requiera, luego regresar a Vischongo en la tarde y dormir temprano para salir al día siguiente al bosque de Puyas de Raimondi mas grande de todo el mundo: El Área de Conservación Regional Titankayocc, después de esto saldríamos a Cangallo. En la plaza tuvimos una muy grata e inesperada sorpresa, pues encontramos una imponente estatua del inca Tupac Inca Yupanqui, décimo jefe del estado inca, quien realizó la mayor cantidad de anexiones al incario y además lo organizó política y socialmente.

Estatua de Tupac Inca Yupanqui "El Resplandeciente"

Quedé estupefacto con tal monumento, me gustó mucho, pero me llamó la atención que siendo ellos descendientes de Chancas (una cultura rival acérrima de los Incas) alzaran estatuas de Incas, sus invasores; mas adelante reflexionaría más sobre este asunto.

Vischongo es uno de esos pueblos en los que el turista es visto como un elemento extraño, alguien que no suele aparecer normalmente, pues el punto principal de turismo en la provincia es Vilcashuamán y Vischongo se encuentra en medio de la carretera que lleva a dicho punto, sus casitas están asentadas alrededor de la carretera y la mayoría de ellas se dedica a la venta de alimentos o negocios de restaurantes, como para recargar los suministros al paso; pero nosotros sabíamos que Vischongo tenía mucho potencial turístico y que la razón por la que estábamos ahí, además de conocer era también la de promocionar la riqueza turística y paisajística de este precioso distrito y era por ello que habíamos decidido pasar la noche ahí. Habiendo ya recapitulado el plan, buscamos y encontramos rápidamente un alojamiento muy cerca a la plaza, dejamos nuestras cosas y salimos a desayunar, la gente comenzaba a salir de sus casas, el día empezaba en Vischongo.

Desde el restaurante en el que desayunábamos un plato que bien podía pasar como almuerzo pudimos observar escolares, gente trabajadora, y negociantes que comenzaban a transitar, una combi mas llegó y dejó gente en el mismo punto en el que nosotros hacía algunos minutos habíamos bajado, también llegaba un bus interprovincial desde Lima (Turismo Libertadores, su estación en Lima se encuentra en la Avenida Marco Puente Llanos, la carretera que llega a la Diroes, en Ate), el sol resplandeciente y tostador se veía desde el interior del restaurante, sin embargo, aún hacía mucho frío y no dejamos de estar abrigados en ningún momento. Al salir hicimos lo correspondiente a continuar con el viaje: Fuimos a la plaza y esperamos por una combi que nos llevara a Vilcashuamán. No tuvimos que esperar mucho porque al rato llegó una y pudimos subir (Pasaje: S/5.00).

Conversando con el chofer y los demás pasajeros, nos comentaron que esa carretera había sido seriamente afectada por las lluvias y que tomaríamos un desvío para poder llegar a salvo. Este desvío era una carretera bastante húmeda y angosta, sin embargo, el paisaje, el verdor y el cielo de la zona valían padecer esos minutos de tensión.

El cielo de Ayacucho es espectacular. Fotografía tomada con el
vehículo en movimiento (ruta Vischongo-Vilcashuamán)

Aproximadamente, llegamos a Vilcashuamán a las 9.00 am, un poco mas tarde de lo estimado debido a la ruta alterna que tuvimos que tomar, sin embargo el tiempo nos alcanzó para hacer un buen recorrido por todo el distrito.

Al bajar de la combi lo que se tiene de golpe es la catedral de Vilcashuamán (Templo de San Juan Bautista), construida sobre el templo del sol durante en S. XVI durante la ocupación española en el Perú, lo que denota de alguna manera el intento por parte de los españoles por destruir la religión y la cosmovisión andina y a cambio implantar la religión católica en el lugar, que por cierto, era un centro administrativo muy importante del estado inca y que se calcula que se calcula que tenía aproximadamente 40 000 habitantes.

Catedral de Vilcashuamán construida sobre el templo del sol.
Interior de la catedral de Vilcashuamán.

Fuimos a la municipalidad, a pedir algo de información turística, esperamos un momento y nos regalaron un folleto con el mapa y los puntos de interés en Vilcashuamán, nos explicaron que la visita es libre y que todos los monumentos se encuentran entre las calles de Vilcashuamán; agradecimos, salimos y comenzamos nuestro recorrido.

Vilcashuamán (3490 msnm) tiene una larga tradición histórica, muy interesante e importante para el Perú contemporáneo y antiguo. Su ubicación estratégica, en medio y lo alto de la serranía, ha hecho de Vilcashuamán una zona muy disputada en la antigüedad, de tal manera que fue ocupada por los Waris, los Soras, los Aymaras y finalmente fueron desalojados por los Chancas, quienes harían de Vilcashuamán su capital. Desde ahí comenzarían una guerra incansable contra los incas, la misma que casi ganan, pero finalmente, los Incas, bajo el mandato de Pachacutec (Cusi Yupanqui) se impusieron y los derrotaron y desalojaron de estas tierras, los Incas hicieron de Vilcashuamán una de sus ciudades mas importantes, desde la que difundirían el lenguaje Runa simi (quechua), la ideología y cosmovisión inca y las tradiciones de su pueblo, para poder seguir sometiendo a los demás ayllus circundantes. Tal importancia tenía que la configuración arquitectónica de Vilcashuamán representa al halcón, uno de los personajes de la trilogía inca. María Rotsworowski (2015) junto con otros historiadores, están plenamente convencidos de que fue la derrota a los Chancas y la ocupación a Vilcashuamán lo que repotenció y engrandeció al estado inca. Es por ello que para los españoles, la destrucción de este punto era de suma importancia, pues querían acabar con todo lo ajeno a la cultura española y la religión católica y Vilcashuamán representaba una amenaza a sus intereses, al igual que otras ciudades, como el Cusco.

Sacamos los celulares para revisar información sobre los puntos turísticos de la zona y comenzamos por lo que el folleto nos recomendaba la Gran Plaza, en la que se encuentra una estatua al inca Pachacutec, por su labor de expandir el estado inca y de construir la ciudad tras la derrota a los Chancas, sin embargo, no siempre fue así, durante el incario, esta plaza medía mucho mas de lo que hoy tiene de tamaño, sin embargo tras la invasión europea el diseño se "occidentalizó" y se redujo su extensión. Nuevamente es bastante llamativo el hecho de que exista una estatua de un inca en este punto, en donde muchas personas aún conservan sus raíces y orgullo Chanca. El recorrido siguió por el Ushnu, al costado del mismo hay una boletería administrada por la comunidad, que da libre carta a recorrer la ciudad, es importante pagar, esto cubre gastos de conservación de los monumentos, se trata del mirador del inca y la coya en lo alto hay un monolito que se asemeja a una especie de asientos, desde los cuales ambos personajes podían mirar y administrar todo en Vilcashuamán (ceremonias religiosas, militares, etc). A la espalda se encuentra el Palacio del Inca, el que es un edificio rectangular, sin embargo se encuentra en pésimo estado, hay paredes que se han caído y otras solo están sostenidas por tablones de madera; caminando un poco mas se puede encontrar al baño del inca; a la "piedra del vaticinio"  en la que se realizaban predicciones sobre el futuro de estado y de la agricultura; a la muralla Pachacutec, entre otros. No quiero escribir ni describir mas, porque no quiero spoilear mucho xD; vallan a la zona y conozcan esto de primera mano.

Plaza de Vilcashuamán al medio la estatua de Pachacutec.

Ushnu. Simboliza el poderío inca.

Palacio del inca
Baño del inca
Piedra del vaticinio
Muralla del inca

Como se puede notar, toda la ciudad es un baluarte histórico, cada calle, casa estructura y hasta cada casa tiene esa carga incaica a la que después se le sumó lo colonial, las estructuras están por ahí, en las calles, esperando a ser visitadas y conservadas por los pobladores y los turistas, son apenas una pequeña muestra del amplio bagaje turístico que tiene Vilcashuamán, además de por supuesto sus exigentes paisajes y vista de todo el valle.

Terminamos el recorrido a las 12 pm (aprox) y nos fuimos a la estación de combis que regresaban a Vischongo, para poder llegar, almorzar y descansar. Esperamos algo de 30 minutos hasta que llegara una combi, se llenara y partiera de regreso.

El camino fue muy enriquecedor, había muchos ancianos que habían vivido durante toda su vida en Vilcashuamán, conversaban entre ellos y nos preguntaban cosas, conversaban con nosotros y conversaban entre ellos, temas históricos, temas de actualidad, política, el paisaje y puntos turísticos de Vilcashuamán:
-¿Ven esas siluetas que parecen personas, allá en lo alto de esa montaña?
-Si
-Esas son las Titankas, ahi esta el bosque que buscan, para poder subir deben hacerlo desde Vischongo, hay 2 caminos, pero tengan cuidado, no hay nadie por ahí y puede ser peligroso si se pierden. Mas arriba hay una laguna y ya no hay ichu todo es pelado por ahí, pero ahí si tienen que caminar bastante.
-Muchas gracias ¿a que hora deberíamos subir al bosque?
-En la mañanita, a las 6 am si pueden
-Está bien
-Del otro lado del río también hay restos arqueológicos, ese es el Intihuatana, también hay una laguna, ahí si llegan rápido.
-¿En cuento tiempo mas o menos?
-Si son buenos caminantes, llegan en 1 hora, si no, pues todo el día.
-Jajajaja, esta bien, muchas gracias.

En ese momento nos dimos cuenta que llegaríamos a Vischongo a la 1.30 pm aproximadamente, hasta almorzar 2 pm y que podíamos subir al Intihuatana, llegábamos arriba a las 4 aproximadamente y regresábamos a las 6 pm, justo antes del anochecer, ¡perfecto! los tiempos cuadraban y aún tendríamos tiempo suficiente para poder descansar lo necesario, así que nos lo propusimos.

El camino iba bien, todo iba perfecto hasta que llegamos a un punto en medio de los andes, en el que el carro se detuvo. En ese momento me di cuenta de que todo el camino estaba lleno de lodo y hacia los lados había mucha tierra desprendida de los apus, todos los pasajeros miramos al frente y habían máquinas excavadoras, volquetes y obreros reconstruyendo el camino, en ese momento caí en razón de que aquel camino no se parecía mucho al camino por donde inicialmente fuimos y después de comprobarlo con uno de los ancianos, nos enteramos que estábamos en la carretera principal que conecta Vischongo con Vilcashuamán, esa misma que había sido una de las mas afectadas y que habíamos evitado en la mañana. 

1 hora tuvimos que esperar hasta que al fin nos dejaran pasar, durante el tiempo de espera, salimos del carro, y continuamos conversando con algunos ancianos sobre lo que era y es Ayacucho:
-Ayacucho ha cambiado mucho desde los 90's, en ese entonces no era así como lo ves.
-¿A qué se refiere?
-No habían pistas, no había luz, no habían medios de comunicación, no había hospitales ni colegios, no se nos prestaba atención, la gente demoraba días y semanas para poder llegar a algún pueblo, el estado no existía por acá y solo se aparecían a la hora de las elecciones, después de eso no se sabía nada.
-¿Y como así comenzó a cambiar?
-Después de la guerra interna, de alguna manera u otra eso ha hecho que se den cuenta que estamos acá, que también somos peruanos y que tenemos necesidades que el Perú no es solo Lima.
Eso último me sorprendió mucho, pero también me hizo reflexionar bastante sobre la ruralidad y la poca atención que el estado brinda en las comunidades indígenas y si eso es ahora, no imagino lo desatendidos que debieron haber estado estos pueblos hace 20 años.

Tras conversar sobre algunos temas mas, el chofer de la combi nos llamó, subimos y arrancó, pasó muy lentamente por el punto que las máquinas estaban limpiando, pues estábamos literalmente a menos de 5 centímetros del abismo y nadie ahí quería morir. Unos minutos después, llegamos a Vischongo, nos despedimos de nuestros amigos del carro y bajamos en la plaza de Vischongo a las 2.30 pm.

Corrimos a ver a los restaurantes, porque por lo general, estos en la sierra cierran a una hora determinada y de ahí no ha mas comida hasta la noche, y así fue, tuvimos que almorzar 2 bizcochos, un plátano y un frugos esa tarde, por suerte si habían tiendas. Después de eso fuimos a la municipalidad de Vischongo y preguntamos por la oficina de información turística (la que no tienen, pero deberían, necesariamente) sin embargo, nos atendió un señor muy amable que nos comentó cómo y por donde podíamos llegar al complejo arqueológico Intihuatana, lo que ahí había, las condiciones que había que superar y cuanto tiempo demoraríamos, los datos no eran muy optimistas, sin embargo queríamos, a como dé lugar subir al Intihuatana. También le preguntamos sobre el Bosque de Puyas de Raimondi y nos dió unos esbozos de cómo llegar, pues ahora, la prioridad era el Intihuatana.

A las 3.00 pm (aproximadamente) comenzamos la caminata entre las callecitas de Vischongo para poder bajar hasta el río, el señor nos había advertido que era muy probable que la lluvia nos agarre estando en el complejo arqueológico, así que saqué un poncho para lluvias que había comprado días atrás en Lima, justamente para afrontar estas situaciones; miramos hacia el cielo y efectivamente toda la infinidad celeste del cielo ayacuchano estaba cubierta por enormes y esponjosas nubes grises; cortamos camino por un pequeño desvío y pudimos llegar hasta el río, lo cruzamos y comenzamos a subir una larga escalera que llegaba hasta un mirador, hasta ese punto ya estábamos bastante cansados, pero ya habíamos avanzado bastante desde el pueblo y solo quedaba seguir adelante. Llegados a un punto el camino se bifurcaba y no sabíamos por donde ir, no había señales y solamente estábamos yendo con las indicaciones orales que el señor de la municipalidad nos había dado, decidimos ir por el camino de la izquierda, pero por alguna razón, nos pareció que ese no era el camino, dimos media vuelta y regresamos a la bifurcación, esta vez tomamos el camino de la derecha, avanzamos un poco y también nos pareció extraño, retrocedimos un poco para tomar una decisión final: Seguir adelante por cualquiera de los dos caminos o regresar a Vischongo, derrepente, a lo lejos vimos una silueta acercándose hacia nosotros.

-Señora buenas tardes
-Hola jovencito
-Seño, una pregunta, queremos llegar hasta el Intihuatana, pero no sabemos por donde es el camino, ¿nos puede decir por favor por donde es?
-Claro tienen que seguir de frente todo este camino, si quieren yo los llevo
En ese momento mi desconfianza citadina me invadió, pero me tranquilicé, pues recordé que la maldad no reina en estos lugares, que es aquí donde el ser humano crece con mas amor y conexión con la tierra y sus semejantes. Aceptamos a pesar de que la señora nos pidió que le diéramos algo por guiarnos; no nos quedó otra que aceptar y pactamos S/ 5.00 por el guiado hasta la entrada del complejo arqueológico.

Mientras caminábamos cuesta arriba conversábamos con la señora, nos contó que ella vivía arriba, en la parte mas alta del distrito de Vischongo, en el anexo de Intihuatana, allá arriba tenía su ganado y que inclusive, después de dejarnos a nosotros ella continuaría caminando por unas 2 horas mas cuesta arriba para llegar hasta su casa.
-¿Están por aquí de paseo?
-Si, así es, mañana iremos a ver las Puyas de Raimondi
-Ah, van a ir a ver a las Titankas
-Si
-Tengan cuidado, hace algunos años un escolar se perdió ahí, habían venido como viaje de promoción pero él se alejó del grupo, al final terminó regresando por otro camino y tomó un carro para regresar hasta Ica solo.
-¿Oh, pero él está bien?
-Solo supimos que estuvieron buscándolo bastante tiempo y él ya estaba bien tranquilo en su casa.

Un poco mas arriba, pegado al cerro, estaba el Qhapaq Ñan, aún utilizado en algunas zonas a nivel nacional. Se trata de la red de caminos del Estado Inca, interconectaba varias ciudades incas de este a oeste y de norte a sur en todo el Tahuantinsuyo. Las ganas no me faltaron para subir hasta ahí y poder ver de primera mano aquel camino, pero las energías me abandonaban cada vez mas y tuve que conformarme con verlo de lejos, de todas maneras sabía que lo vería mas adelante, pues ese tramo terminaba en Intihuatana.

Finalmente, llegamos a una caseta que habíamos visto desde abajo con el señor de la municipalidad, el nos dijo que ahí era, así que ahí nos quedamos y nos despedimos la señora, quien al parecer quería continuar charlando y caminando con nosotros, pues nos ofreció ir mas adelante, pero insistimos y le dijimos que nos quedaríamos ahí. Sin embargo en esta caseta no había nada, solo habían dos baños y nada más, preocupados por encontrar el centro arqueológico continuamos caminando cuesta arriba un poco mas rápido, pues ya eran las 4.30 pm, el cielo cada vez se veía mas gris y comenzaba a bajar la temperatura, así llegamos hasta un pequeño caserío ubicado al lado de la fachada del Centro Arqueológico Intihuatana, unos niños y una señora nos dijeron por donde podíamos ir. Pronto caímos en cuenta de que esa fachada y la caseta de los baños eran parte de un proyecto del estado que había quedado abandonado; cruzamos la fachada  frente a nosotros se pintaba un hermoso paisaje en el que resaltaba la laguna Pomacocha adornada de aves y caballos que comían los pastizales que crecían circundantes a la misma, rápidamente identificamos el camino y continuamos, al fin habíamos llegado a Intihuatana.

Según algunos arqueólogos, el Complejo Arqueológico Intihuatana fue un recinto urbano destinado a la élite Inca, en el que se encuentran algunas edificaciones que pudimos visitar: El torreón, que es una estructura semicircular, construida en la parte mas alta del complejo, frente a la laguna Pomacocha, Los Baños del Inca, perfectamente construidos con piedra tallada; un acllawasi que era un palacio en el que vivían las acllas o mujeres escogidas, quienes eran niñas seleccionadas de entre las mas bellas  de cada ayllu  del estado para ser enclaustradas en los acllawasi, mas adelante, al crecer se las entregaba como esposas a personas de la alta élite inca o hasta podían convertirse en esposas del propio inca y el Intihuatana o reloj solar, de donde el complejo recibe el nombre, aquí es un poco mas pequeño del que existe en Macchu Picchu.

Torreón en el Complejo Arqueológico Intihuatana

Baños del inca, llama la atención la piedra de 13 ángulos del medio

Acllawasi o lo que queda de él, es necesario preservar el patrimonio

Intihuatana, un monolito tallado

Miramos el reloj y eran las 5.45 pm y entonces decidimos regresar a Vischongo, a lo lejos se oían truenos, eso quería decir que había comenzado a llover en algún punto no muy lejano de nuestra ubicación, comenzamos a caminar mas rápido, debíamos hacer las 2 horas que nos habíamos tardado para subir en 40 minutos de bajada, para que además, no nos agarre la noche sin ningún tipo de iluminación a la mano. Apenas atravesamos la fachada del complejo comenzaron a caer las primeras gotas y el frío se hacía sentir cada vez mas; seguimos caminando pero la lluvia comenzaba a ser torrencial y a humedecer todo a su paso, rápidamente saqué el poncho para lluvias y lo compartimos.

Bajo esa torrencial lluvia, dolor en los pies y al menos 3 truenos y 2 rayos oídos y avistados durante el camino, llegamos cansados y asustados a Vischongo a las 7.00 pm; fuimos a un restaurante a cenar, la dueña nos atendió muy bien y también nos dio indicaciones de cómo llegar al Titankayocc inclusive mencionó que tenía un conocido que era un guía de turismo, nos dio su número de teléfono, sin embargo a pesar de todas las insistencias nunca nos contestó. Eso, junto al relato de la señora del Intuhuatana me hizo pensar que el camino al Titankayocc no era cosa simple y que realmente era exigente y hasta peligroso, debíamos tener cuidado al meternos por ahí. Terminamos de cenar, nos despedimos y nos fuimos a descansar... Continúa aquí.