Callahuanca, Huarochirí, Lima, Perú
(07/08/2015) La propuesta de partir de nuestra gris Lima y llegar a otros pueblos al principio me resultó muy tediosa, estábamos de vacaciones en la universidad y no estaba del todo convencido, pues consideraba que descansar es eso, DESCANSAR, dormir plácidamente hasta que el sueño se quite, quedarse en casa tranquilo sin nada más que hacer que comer, dormir, leer y de vez en cuando salir a correr.
Eso no mermó mi curiosidad por salir de Lima metropolitana por cuenta propia, a lo mochilero y comencé entonces una búsqueda exhaustiva a través de páginas de facebook, páginas web, youtube y hasta instagram, de diversos destinos cercanos a Lima, para poder hacer el recorrido sin que pasen más de 2 días y encontré el ideal y me pareció muy interesante: Callahuanca.
Inicio del viaje
Acordamos la fecha y partimos; para empezar, debíamos llegar al Parque Echenique (o Parque de la Epopeya Peruana), en Chosica, a un par de cuadras de la plaza de armas del mismo distrito.
Mapa de la zona central de Chosica |
Desde ahí existen 2 posibilidades de llegada si es que no se va con auto: 1) tomar un taxi, que aproximadamente cobra S/10.00 por persona o 2) llegar a la Avenida Libertad, que es una de las cuadras aledañas al parque Echenique, en dicha avenida está el terminal de buses de la comunidad de Callahuanca, cada 2 horas salen coasters con destino a dicho punto; que es lo que nosotros hicimos. Una vez llegados al terminal, tuvimos que esperar alrededor de 30 minutos hasta que sea el horario de partida del bus de la comunidad. El pasaje es de S/3.50 por persona.
Tras aproximadamente 1 hora de viaje y el pasar de distintos paisajes, cada vez más verdes y luego de haber atravesado la central hidroeléctrica de Barba Blanca y el poblado del mismo nombre, al fin llegamos, Callahuanca nos recibía con unos rayos solares potentes, tostadores y secos; ese aire purísimo y helado que siente el citadino al salir de su ciudad y esa sensación de frío/calor que se entremezcla en los parajes andinos.
Hidroeléctrica de Barbablanca |
Plaza Mayor de Callahuanca |
Una emocionante llegada
Llegamos a un pueblo pequeño, muy acogedor, con esa esencia de calidez y tranquilidad infaltables y ¡me sentía como un niño en un parque de diversiones!, con mucha energía, sin embargo sabía que debíamos registrarnos en la oficina de turismo, ubicada al lado de la municipalidad, en la misma plaza mayor, ahí nos indicarían qué se puede hacer, lugares turísticos e información respecto al pueblo. Esto es SUMAMENTE IMPORTANTE, ellos registran la cantidad de visitantes diarios, es una comunidad que viene explotando de a pocos el turismo.
La persona encargada mencionó muchos lugares, sin embargo nos llamó la atención muchísimo el "Mirador Characán" y "Cascachoco", además de la piscigranja y sus cultivos de chirimoya, que rodean todo el pueblo.
Una vez registrados, el siguiente asunto que resolver era el de hospedaje, pues no habíamos llevado carpas y yo recién comenzaba con el asunto de viajar "a lo mochilero", pero teníamos referencias que nos comentaron que existe en Callahuanca un hotel llamado "El Rodeo", al que fuimos a hospedarnos y es sumamente recomendable, tienen piscina, un mirador y una entrada a la recepción que hace sentir que lo pagado fue una muy buena inversión (aprox S/ 65.00 por persona). Sin embargo, para abaratar costos, existen hospedajes desde S/20.00.
Una experiencia inolvidable
Salimos a almorzar, existen muchas opciones para matar el hambre en Callahuanca y de todos los precios, almorzamos en un restaurante cuyo nombre no recuerdo, que quedaba al frente de la plaza central, aprox S/7.00 por plato, ¿que tal? ¡muy bueno!; luego decidimos caminar por todo el pueblo, ir a la piscigranja, al estadio municipal y visitar algunos cultivos de chirimoya. El pueblo estaba muy bien señalizado y las calles impecables, al llegar a la piscigranja nos topamos con que estaba cerrada y no pudimos entrar, lo mismo sucedió con los cultivos de chirimoya, y aunque habían algunos a los que podíamos acceder sin permiso, no lo vimos correcto, de todas maneras, se trataba de una propiedad privada y necesitábamos permiso.
Estadio municipal + vicuña + vaca |
Algo cabizbajos, regresamos al hotel a darnos un chapuzón en la piscina, hecho que reparó nuestras cuitadas almas aristotélicas, al finalizar, volvimos al pueblo a comprar algunas cosas para preparar nuestro lonche y conversar con la gente del pueblo.
Conversamos con una señora muy amable, nos comentó acerca del mirador y de la importancia que tiene para la comunidad, pues ahí se alza una cruz, protectora del pueblo; que el camino para llegar tarda aproximadamente 2 horas, esta bien señalizado y que por momentos se torna algo empinado; de las historias que rondan el pueblo, el mirador, de esa memoria común y ancestral sobre la que descansan las costumbres del pueblo.
Ya anochecía y el manto de estrellas que se asomaba sutilmente sobre nuestros cabellos nos llamaba a dormir y continuar con el recorrido al día siguiente.
El Rodeo, de noche ( ͡° ͜ʖ ͡°) |
Implícitamente, sentíamos que el reto estaba planteado: Debíamos subir al mirador, y eso fue lo que hicimos al día siguiente, nos levantamos, tomamos desayuno, hicimos las maletas, pues el check out es a la 1pm y nosotros no volveríamos hasta después de esa hora, encargamos las maletas al personal del hotel y partimos. Cruzamos todo el pueblo hasta el inicio del trekking hacia la Cruz de Characán, donde también está el mirador. Y efectivamente, fue como la señora lo dijo, fue complicado y mas para nosotros, sin practica previa en trekking. Habían pasado 20 minutos de subida y ya teníamos muchísima sed, pero, por descuidados e inexpertos trekkeros no llevamos agua y las siguientes 3 horas de subida y bajada juntas, nos la pasaríamos sin tomar agua, pues arriba no hay tiendas, ni nada por el estilo, por ello, si piensan subir, asegurense con comprar una botella de agua en el pueblo.
Tras una extenuante y deshidratada caminata al borde de los Apus callahuanquinos, llegamos al Mirador de Characán y su cruz. Una vista, simplemente espectacular, inclusive pudimos ver cóndores sobrevolando quizas 500 metros más alto.
Leyenda del Mirador de Characán |
Vista del pueblo de Callahuanca desde el Mirador de la Cruz de Characán |
Cóndor andino desde el Mirador de la Cruz de Characán |
Retornamos al pueblo, lo primero que hicimos fue comprar agua y una vez saciada la sed, fuimos al hotel y recogimos nuestras maletas, volvimos al pueblo a almorzar y una vez cumplido esto solo nos sentamos a esperar los buses de la comunidad que nos regresarían a chosica. Uno de estos llegó a los 20 minutos, y comenzamos nuestro viaje de vuelta a nuestra Lima, tras una experiencia inolvidable y algo que me marcaría para mis siguientes viajes.
Gastos:
Lima-Chosica-Lima: S/. 10.00
Chosica-Callahuanca-Chosica: S/. 7.00
Hotel El Rodeo: Aprox. S/. 65.00 por persona
Desayuno (x1) , almuerzo (x2) y cena (x1): S/.30.00
Otros (Cigarrillos, galletas, etc): S/10.00
Total: S/. 122.00
Total: S/. 122.00
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